“Girar, abrir, servir y clic”. Son las cuatro palabras clave que Central Lechera Asturiana quiere que sus clientes recuerden y se graben bien a fuego. Y en ese orden. El fabricante de productos lácteos se ha convertido estos días en la diana de muchos clientes que no han dudado en cargar contra la compañía por “arruinar los desayunos”. Al igual que Coca-Cola, Asturiana ha cambiado el diseño de sus envases (fabricados por Tetra Pak) para cumplir con una nueva normativa europea sobre residuos.
Pero, como todo cambio, son muchas las personas que han tenido desencuentros con estos nuevos tapones y han acabado por arrancar el plástico al intentar abrir sin éxito el envase. Y eso que el funcionamiento, a priori, parece sencillo: “Basta con girar el tapón hacia la izquierda, en sentido contrario a las agujas del reloj, y levantarlo para poder verter la leche en el recipiente. Para cerrarlo, sólo hay que presionar para que el botón haga clic”, cuenta Central Lechera Asturiana.
Indignación entre los usuarios
Pero estas instrucciones y hasta un vídeo explicativo sobre cómo abrir el envase no han evitado el revuelo que se ha generado entre todos los usuarios que han acudido a Twitter para mostrar su indignación. El músico James Rhodes fue uno de los primeros en iniciar el debate y llegó a calificar los nuevos tapones de “chapuza vergonzosa”. Para Diego Soto, otro tuiero, “es más fácil ordeñar una vaca”, y Eloy Segura pensó que era “el único bobo que no sabía utilizarlos”.
Muchos otros aseguran que se cambiarán de leche o que nunca volverán a comprar Central Lechera Asturiana “hasta que vuelvan a utilizar los de siempre”. Pero lo cierto es que, más pronto que tarde, “al consumidor no le va a quedar otro remedio que adaptarse a este sistema”, señala Andoni Uriarte, director técnico de la plataforma Recircula y expresidente de la Asociación Española de Recicladores de PET.
“Un esfuerzo al principio”
Y es que, según la nueva ley, en julio de 2024 todos los envases tendrán que tener el tapón adherido para reducir el impacto medioambiental de los plásticos. Esto significa que, por mucho que los clientes sientan nostalgia de los tapones clásicos, tendrán que familiarizarse más pronto que tarde con el nuevo sistema.
Sobre el revuelo que ha generado en redes sociales el cambio de tapones, el responsable de Comunicación de Central Lechera Asturiana, Manuel Reinerio, reconoce a Consumidor Global que este cambio requiere “un esfuerzo al principio”, pero que la recompensa es mucho más grande porque “todos ponemos nuestro granito de arena para luchar contra los residuos”. Por su parte, Marina Sánchez, de Tetra Pak, el fabricante de los envases, admite que “algunos consumidores están teniendo dificultades para acostumbrarse, pero es importante entender el por qué del cambio”.
¿Innovación o cumplir la ley?
Tanto el fabricante de envasados como Central Lechera Asturiana no han dejado de anunciar a bombo y platillo su compromiso por el medioambiente y la reducción de residuos cuando en realidad, y como ellos mismo reconocen, sólo cumplen con la normativa. “Somos los primeros en innovar y comprometernos con el reciclaje, de hecho, nos hemos adelantado dos años a la ley”, añade Reinerio.
Andoni Uriarte, de Recircula, critica que estas grandes compañías aprovechan la situación para hacer greenwashing: “No es innovación, sólo cumplen la ley y lo aprovechan para mostrarse sensibles con el medio ambiente”. Esta normativa viene motivada por el impacto de las actividades industriales en el medio natural y, en concreto, de la inmensa cantidad de tapones sueltos que aparecían vertidos en los mares. Por su parte, Marina Sánchez, de Tetra Pak, concluye que estos nuevos envases han requerido una inversión importante en tecnología y en diseño y confían en que “los clientes se adapten pronto a los nuevos cambios”.