Si los envíos fantasmas de empresas como Seur, Sending o GLS ya suponen un problema para miles de consumidores, la gestión de devoluciones a través de Celeritas es la prolongación de la agonía con las empresas transportistas. Y es que son innumerables los clientes de tiendas como Amazon o Zalando que han tenido problemas con sus devoluciones a través de Celeritas.
La mayoría de ellas son provocadas por las eternas esperas para que un repartidor pase por el domicilio a recoger un paquete. “Llevo tres días esperando a que recojáis una devolución de Zalando, ¿a qué esperáis?”, señala en Twitter Zuli Fernández, que asegura que no volverá a comprar en esa tienda por culpa de Celeritas.
Sin nadie que recoja el paquete
Un caso similar le ocurrió a Sergi Teruel, que llegó a esperar más de dos semanas para que un empleado de Celeritas recogiera su pedido de Zalando. “Tenía agendada la recogida y nadie se presentó. Contactar con ellos fue un infierno, no me respondían los mensajes directos de Twitter”, recuerda Teruel a Consumidor Global.
En Trustpilot, Belen Titos denunció la misma situación. “Llevo dos días esperando a que vengan a por un paquete. Lo que más me molesta es la mentira de que no había nadie, y eso que estoy con una pierna rota sin salir de casa”, escribe. Amaya G., por su parte, agendó la recogida de su paquete en tres días distintos y aún así nadie apareció. “Encima me dicen que no han podido recogerlo porque he estado ausente”, denuncia.
Cambiazos de productos
Si hay algo peor que esperar eternamente al transportista para que se lleve un paquete es, que lo recoja, pero la tienda reciba otro producto distinto y cancele el reembolso. Es decir, perder el dinero y el producto. Es lo que le ha ocurrido a María Jesús Garrido con una chaqueta Columbia de 60 euros que pidió por Amazon.
Garrido, que se puso en contacto con Consumidor Global a través del formulario de quejas habilitado para los lectores, cuenta que quiso devolver la chaqueta porque al final no le gustó el diseño. “El repartidor de Celeritas vino a recogerla y Amazon me abonó el importe de la prenda, pero al mes o así, me lo quitaron de la cuenta”, narra esta usuaria.
Sin chaqueta y sin dinero
Amazon le explicó entonces que lo que habían recibido era otra chaqueta distinta, algo que Garrido tacha de “mentira”, pues asegura que le dio al repartidor la prenda correcta. “Llevo muchos años siendo clienta de Amazon y nunca me había ocurrido algo así”, lamenta la usuaria.
Garrido ha intentado contactar con Celeritas, pero le ha resultado “imposible” después de enviar varios mensajes a través de redes sociales y no obtener ninguna respuesta.
Un número de tarificación especial
Precisamente la atención al cliente es otra de las patas que tambalean el servicio de Celeritas. Muchos usuarios se quejan de que no obtienen respuesta ni solución a sus reclamaciones a través de los canales que habilita la empresa, tales como el perfil de la compañía en Twitter.
Otra cuestión que indigna a los consumidores es que Celeritas no cuenta con teléfono gratuito, sino que deriva a sus clientes a una línea 902 de pago. “Me ha llegado una factura de 10 euros por llamar a su atención al cliente y encima con un pésimo trato”, denuncia Lucía Illescas. Consumidor Global ha tratado de contactar con Celeritas para reflejar su versión sobre los problemas que genera su servicio, pero, del mismo modo que ocurre con sus clientes, no se ha obtenido respuesta al término de este reportaje.