¿Y si te dijéramos que puedes dormir y alojarte en un palacio? ¿Y además con todas las comodidades, en un entorno natural envidiable y disfrutar de la mejor gastronomía? Un sueño, ¿no? Pues ahora es posible gracias a Vestige Collection, una iniciativa puesta en marcha por una familia asturiana, que convierte auténticas joyas arquitectónicas en estancias de lujo.
A través de un delicado proceso de restauración y rehabilitación, Vestige hace posible que podamos alojarnos en edificios emblemáticos de España, muchos de los cuales han sido considerados Bienes de Interés Cultural y muchos de los cuales estaban abandonados o en desuso.
Un ejemplo de ello lo tenemos en el Palacio de Figueras, situado en el corazón de Asturias, que es el primer proyecto que integra Vestige Collection y que se ha convertido en uno de los mayores ejemplos de cómo un edificio histórico, relegado durante décadas a ser testigo del paso del tiempo, puede convertirse en un espacio multifuncional para celebrar eventos o para alojarse en sus elegantes suites y habitaciones.
Todo ello gracias, como hemos dicho, a años de restauración que han hecho posible que esta singular edificación, declarada Bien de Interés Cultural, con la categoría de Monumento, pueda seguir contando las historias que comenzaron con su construcción, en el s.XVI.
El Palacio de Figueras, ahora a disposición de todos
Ahora este conjunto arquitectónico con más de 500 años de historia, compuesto por una torre central que da paso a dos cuerpos simétricos rectangulares y almenados, pasa de tener los fines defensivos de sus orígenes a convertirse en todo un reclamo y atractivo para el que desee experimentar cómo es dormir en un palacio o celebrar ahí su boda o evento más especial.
Así, el Palacio de Figueras ha pasado de ser un monumento más a convertirse en un elegante estate privado con 11 confortables y lujosas habitaciones dobles, con zonas comunes aúnan elegancia y comodidad para disfrutar con familia y amigos.
Además, sus jardines de vegetación autóctona, diseñados como un conjunto de terrazas, son el lugar idóneo para descansar y desconectar. Una experiencia de inmersión en la naturaleza que continúa con los senderos que hay alrededor del palacio y con los magníficos paisajes verdes que ofrece Asturias, en cualquier época del año, y Figueras, una tranquila localidad asturiana con menos mil habitantes perteneciente al concejo de Castropol.
Una gastronomía única
Asturias no solo es famosa por sus bellos paisajes y por su amplia oferta de mar y montaña, sino también por su gastronomía. Y en el Palacio de Figueras no iba a ser diferente.
De hecho, su experimentado equipo de cocina es famoso en el lugar por sus propuestas gastronómicas, basadas, principalmente, en productos locales de los mejores productores de la región.
Una carta que se adapta tanto a niños como a personas con alguna intolerancia alimentaria o plan dietético particular, y en la que no faltan caldos de los viñedos de Cangas, Bierzo, Valdehorras, Ribeiro, Rueda, Toro, La Rioja y Cava.
El Palacio de Figueras fue el primero, pero hay más
Como te contábamos, el Palacio de Figueras ha sido el primer proyecto de Vestige Collection, pero la compañía cuenta con más tesoros arquitectónicos en diferentes puntos del territorio español, como en Menorca, donde la empresa ha puesto a disposición del público Son Vell, un hotel ubicado en una finca de 180 hectáreas rodeada de naturaleza, y Santa Ana, una formidable casa de campo pensada para estate privado que abrirá sus puertas después del verano.
Tres auténticas obras de arte que se suman a otros hoteles y estates privados que Vestige va a inaugurar en los próximos años en destinos excepcionales de Asturias, Baleares, Extremadura, Galicia, País Vasco y Madrid.
Así, en unos años Vestige contará con más de 25 joyas arquitectónicas que forman parte del patrimonio de nuestro país y que están en desuso; los conservará, los restaurará, los cuidará con mimo y los adaptará con respeto y elegancia para que personas como nosotros podamos darles una segunda oportunidad y ser testigos de la inmensa belleza que se esconde en los lugares realmente auténticos y únicos.