Belros, la cadena valenciana de tiendas de chuches y snacks, presume en su eslógan de ser “la más divertida del mundo”, pero seguramente los nutricionistas no opinen lo mismo sobre el producto que exponen en sus lineales.
Decenas de variedades de chucherías forradas de azúcar, chocolatinas rellenas de lo mismo, refrescos ricos en edulcorantes y patatas fritas de bolsa de diferentes marcas de la multinacional PepsiCo. Lo menos saludable de la industria alimentaria reunido en una tienda: Belros.
Un Glovo de Belros
Belros está presente en toda la geografía española con más de 300 puntos de venta en los que casi todas las tentaciones dulces ultraprocesadas están al alcance de la mano. O peor aún: al alcance de un clic, desde el sofá, con Glovo o Just Eat.
Sí, Belros llega a la puerta de tu casa con sus paquetes compuestos de: Kinder Bueno, palomitas dulces, Cheetos, Doritos de queso o pipas Grefusa, chucherías y Fanta, Coca-Cola o Aquarius.