La historia de Paradores empieza aquí. El primer alojamiento de la red pública hotelera fue inaugurado en 1928 por el rey Alfonso XIII en la provincia de Ávila. En aquellos años, “el turismo en Europa demandaba unas infraestructuras que España no tenía en aquel momento, salvo las grandes capitales", recuerda Eva Legaza, la directora de este bucólico Parador encaramado al Alto del Risquillo.
En las catorce habitaciones del Parador de Gredos se hospedaron cazadores, pescadores y viajeros de todo tipo. Pero sus huéspedes más ilustres fueron los siete ponentes de la Carta Magna, que se recluyeron allí, entre mediados de febrero y principios de marzo de 1978, para elaborar el primer texto de la Constitución española.
El Salón del Silencio
Así, tras meses de huidas por Madrid, los partidos políticos decidieron enviar a los ahora conocidos como “padres de la Constitución” al Parador de Gredos en busca de un lugar discreto y tranquilo donde recluirse y trabajar sin distracciones.
Todavía se conserva el Salón del Silencio, rebautizado en la actualidad como Salón de los Ponentes, la sala donde Miguel Herrero Rodríguez de Miñón (UCD), Gabriel Cisneros Laborda (UCD), José Pedro Pérez Llorca (UCD), Gregorio Peces Barba (PSOE), Manuel Fraga Iribarne (AP), Jordi Sole Tura (PCE-PSUC) y Miquel Roca Junyent (Convergencia) pasaron horas y horas redactando el texto primogénito de la Carta Magna. Las vistas desde el ventanal y la acogedora chimenea "fueron la fuente de inspiración", apunta Legaza.
El Parador de Gredos
La elección de este Parador para tan importante tarea “no fue casual”, asegura la directora del establecimiento, quien explica que a Fraga “le encantaba la zona, pues acudía con regularidad a pescar, y consideró el Parador como un lugar idóneo para esta reunión”. Y es que muchos curiosos se acercan al bucólico edificio exclusivamente para visitar dicha sala, pero el Parador de Gredos es mucho más que un salón con historia.
La buena acogida de la que ha gozado siempre el establecimiento hotelero ha hecho que haya sido objeto de dos ampliaciones, por lo que en la actualidad dispone de 74 habitaciones con 148 plazas, restaurante, dos cafeterías, salones con chimeneas, un salón de convenciones, salón de juegos, un polideportivo exterior y terrazas con unas impresionantes vistas panorámicas del Valle de Tormes, la Sierra de Piedrahita y Béjar y el macizo de Gredos.
La ubicación
"Lo que más valora el cliente de la estancia es la ubicación y las vistas. La ubicación no puede ser mejor. Es uno de nuestros puntos fuertes ya que linda con el Parque Regional de la Sierra de Gredos", destaca su directora.
A dos horas en coche de Madrid, el Parador de Gredos es un enclave ideal para hacer una escapada en cualquier estación del año y disfrutar de la naturaleza.