Como protesta por pérdidas masivas de cultivos y hambrunas, un grupo descentralizado ha saboteado los baños de diversos establecimientos de Burger King en la ciudad de Bilbao. La acción compartida en Twitter por @FuturoVegetal, que involucra el uso de calcetines rellenos de cemento rápido (cemento hidráulico) en los váteres, ha generado preocupación y consecuencias no solo para la cadena de comida rápida, sino también para sus trabajadores.
La forma de sabotaje, rellenar los váteres con cemento rápido, provoca la obstrucción de las cañerías, generando olores desagradables y problemas de saneamiento. Algunos consideran que este tipo de acciones pueden ser inapropiadas y perjudiciales, mientras que otros apoyan el mensaje de protesta. “Cada vez que hacéis cosas de estas en los baños, mandan a los trabajadores a limpiarlo y si no hay arreglo, la culpa va a los trabajadores y generáis despidos y más explotación hacia los trabajadores”, explica una extrabajadora.
Las reacciones
Un usuario expresó su apoyo a los trabajadores de Burger King, aunque compartió una mala experiencia con la cadena; otro añadió que en muchas franquicias de Burger King, la plantilla reducida se ve abrumada por la cantidad de tareas, lo que puede influir negativamente en el cliente.
Uno de los comentarios puso de manifiesto las dificultades reales que algunos trabajadores enfrentan, recordando la experiencia de tener que limpiar situaciones extremas como la diarrea en la tapa de un váter. La situación destaca la complejidad de los actos de protesta y cómo pueden tener impactos en sectores más amplios de la sociedad, en este caso, los trabajadores de la cadena.