La cerveza Shandy de Cruzcampo es un tipo de birra muy suave, de apenas 0,9 grados de alcohol, con un gran contenido de limón. Por ello, suelen tomarla las personas jóvenes: es una bebida muy refrescante y fácil de beber. Tiene un color dorado brillante y la espuma blanca es poco persistente. En cuanto a los aromas, destacan las notas cítricas. Hay incluso quienes se la sirven con hielo, como si fuera un refresco.
No obstante, no es saludable. Así lo ha explicado el nutricionista Mario Ortiz (@Marioortiznutricion) en TikTok, en un vídeo donde indica que ni esta cerveza, ni la Desperados o la Radler de Amstel son recomendables, aunque parezcan más light. “Si miramos este tipo de opciones, veremos que trae azúcar como ingrediente”, indica. Por ejemplo, la Radler tiene 18 gramos de azúcares por cada 100 ml, una cantidad que el experto considera “una locura”.
Una cerveza poco recomendable
Por su parte, la lata de Shandy de la marca Steinburg (producida por Mercadona) contiene 24 gramos de azúcares. “La cerveza normal no es una buena opción, lógicamente, porque el alcohol no es saludable, pero este tipo de cerveza tampoco”, indica Ortiz.
En el caso de la Shandy original de Cruzcampo, el porcentaje de azúcar baja a 7,30 gramos por cada 100 de producto.
Otras opciones con limón
Todas las grandes marcas tienen su alternativa con limón. Por ejemplo, Mahou tiene la Mixta, "una bebida refrescante que combina cerveza con limón para darte la bebida perfecta para cualquier momento".
En cuanto al gusto, "Mixta de Mahou sabe a tardes de verano, a momentos con amigos, a tomar el sol en la terraza, a risas y a mil anécdotas... También podemos decir que destaca por su ligero gusto dulce, que deja paso a un amargor muy sutil con un toque ácido", indica la marca.