BBVA es uno de los bancos más importantes de España. Cuenta con una extensa red de cajeros automáticos, más de 4.500 repartidos por todo el país, a pesar de que en los últimos años ha cerrado algunos. En estos puntos, sacar o ingresar dinero es una operación sencilla. No obstante, cuando el cliente tiene algún problema con estas gestiones básicas, el banco parece no actuar con la celeridad que sería deseable.
Jesús Marcos se encontró con la desagradable sorpresa de que el cajero al que había acudido para sacar efectivo no le dio billetes, pero sí cargó el importe en su cuenta. Para mayor desconcierto, no le apareció en la pantalla ningún mensaje que indicase que no había billetes o alguna justificación similar, sino que, según cuenta a este medio, simplemente se dio la operación por finalizada.
La app avisa del cargo
“De hecho, inmediatamente mi app me avisó del cargo, y acto seguido entré en la oficina y una de las trabajadoras comprobó que el cajero no funcionaba y lo puso fuera de servicio. A continuación me tomaron datos y me dijeron que en un par de días me lo reintegrarían”, explica este afectado. Marcos añade que ha hablado con familiares a los que les ha ocurrido esto en otros bancos y antes de que transcurriesen 24 horas ya tenían el importe perdido de vuelta en su cuenta.
No fue su caso: pasaron 10 días, con sus correspondientes llamadas para reclamar, hasta que Marcos recibió el reembolso. “Era poco dinero, 40 euros, pero lo que me preocupó, aparte de que eran mis 40 euros, era la falta de concreción en las respuestas que me daban tanto en la oficina donde se produjo la incidencia como en los diferentes servicios de atención al cliente”, recuerda.
“BBVA ya no me ofrece seguridad”
“De todos modos me cambiaré de banco, BBVA ya no me ofrece seguridad. Imaginemos que en vez de 40 euros fuesen 400, como en alguna ocasión he sacado. En ese caso, tendría que haber sacado en otro cajero otros tantos euros para hacer lo que tuviera pensado hacer, y en total me habría encontrado con 800 euros menos en mi cuenta corriente, con el consiguiente riesgo de entrar en descubierto”, relata este consumidor.
En redes sociales hay testimonios de personas a las que le ocurrió a la inversa: ingresaron un dinero en el cajero que no apareció en su cuenta. “El día 2 de noviembre fui a ingresar dinero a mi cuenta desde un cajero de BBVA y se tragó mi dinero. A día 14 de noviembre, aún no se me ha ingresado el dinero de vuelta”, decía una clienta en X (antigua Twitter). Los servicios de atención al cliente marearon a esta usuaria con indicaciones vagas y contradictorias, según relató en un hilo.
Lentitud en el reembolso
“Flipo con BBVA, hago un ingreso el martes pasado. El cajero se lo traga, me dicen que en dos días lo tengo en mi cuenta, el jueves llamo porque no es así y me dicen que ya me dirán algo. Ha pasado una semana y nada, llamo de nuevo y me dice que hasta final de mes nada”, publicaba otro afectado por este mismo motivo en X.
“BBVA, el cajero se ha tragado mi dinero sin ingresármelo. Me dice que no puede hacer la operación, pero se ha tragado el dinero. Es la segunda vez que me hace esta jugada. He llamado al supuesto número de atención 24h y nadie lo coge. Quiero una solución”, reclamaba un tercero.
Los consejos de la Guardia Civil
Por desgracia, parece tratarse de un problema que sucede con cierta frecuencia. La Guardia Civil ha ofrecido sus consejos a los clientes que se puedan ver afectados: “Si sabes que tu operación ha sido correcta, pero el cajero no te da tu dinero, NO te vayas. Comprueba la ranura y llama a tu banco/tarjeta”, explicaron en X.
Este medio ha contactado con BBVA para preguntar qué protocolo se sigue en estos casos. "La gestión de la incidencia depende la casuística de la misma, ya que no es lo mismo si la persona afectada es cliente o no del banco, o si el cajero es propio o está externalizado, por ejemplo. Además, es muy importante el factor de seguridad. Es necesario, para proteger al cliente, verificar que no se trate de un posible intento de fraude. En función de la casuística puede estar en torno a dos días y en algunos casos puntuales podría ser que llegara a diez días", reconocen fuentes de la entidad.