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‘Barbie’, ‘Oppenheimer’ o ‘Indiana Jones’: ¿Mejor verlas en un cine Imax o en una sala iSense?
Este medio ha probado ambas experiencias para conocer cuál es el formato preferible a la hora de disfrutar de una película en la gran pantalla
Los estrenos se acumulan en la gran pantalla. Barbie, Oppenheimer, Indiana Jones o la última de Misión Imposible. La cartelera se rellena y seduce mientras las salas se atiborran de palomitas. Sin embargo, la elección ya no solo recae en qué película ver o en qué cine disfrutarla, sino también en el formato para experimentarla. Consumidor Global ha ido a una sala iSense y una Imax para comparar los detalles de ambas y determinar cuál es mejor para el espectador.
La película elegida para iSense ha sido Indiana Jones y el dial del destino, y para Imax, Misión imposible: sentencia mortal - Parte 1. Al llegar a la taquilla del cine Cinesa, ubicado en el centro comercial Diagonal Mar (Barcelona), se encuentran ambas opciones y limitadas a ambas películas mencionadas. Empezamos por la primera con una entrada por 12,90 euros.
La sala iSense
La sala está iluminada por puntos azules en el suelo que dirigen al asiento seleccionado. La butaca es cómoda y de tamaño XXL, pero es corriente. Los anuncios se acaban y solo se escuchan las manos recolectando un puñado de palomitas. La clásica banda sonora de Indiana Jones comienza sus primeras notas con un sonido envolvente y la pantalla extragrande permite, incluso, analizar los rasgos de un envejecido Harrison Ford.
Lo cierto es que la pantalla es algo más cuadrada que rectangular, sin embargo, la dimensión del filme obliga a recortar por arriba y por abajo. Llega la escena de los disparos y, gracias a la tecnología de sonido Dolby Atmos, las balas parecen atravesar y llegar a cualquier lugar de la sala. Cabe destacar el proyector 4k con 6.000 vatios para disfrutar de imágenes Full HD: máxima definición.
“No es nada del otro mundo”
Izan Pereira, tras salir de la sala iSense reconoció a este medio que la experiencia “no es nada del otro mundo”. El espectador explica que solo ha notado ese sonido envolvente en los momentos que se producían disparos durante la película. “Lo que sí he notado son los asientos muy cómodos. Al ser alto he valorado poder apoyar mi cabeza en el respaldo”, bromea Pereira.
“Pueden decir que la imagen es de mayor calidad, pero yo tampoco me he quedado impresionado con ello. Sin más”, comenta este espectador. Por último, Pereira añade a su crítica que, “sinceramente, podría haber pagado 9,90 euros por la sala normal y haber disfrutado de la película igual”.
La sala Imax
Llega el turno de la sala Imax. La misma chica de la taquilla de Cinesa, atiende a este medio. “En esta sala te parecerá que estás dentro de la película”, avisa a este medio. Al entrar, los asientos son lo primero que llama la atención. Parecen el sillón reservado para papá o mamá porque es el mejor del salón. Una bandeja integrada permite colocar el refresco y las palomitas mientras te acomodas. En el lateral hay cuatro botones para poder subir, bajar, inclinar el respaldo o los reposapiés. “Cuidado con eso, yo he visto a una señora y a su nieto que se han quedado dormidos por estas butacas tan cómodas”, resalta un hombre.
La pantalla es curvada, lo que hace más inmersiva la experiencia. “Nuestro proceso de remasterización, o DMR, transforma por completo cada cuadro de una película para producir la mejor versión posible de la visión de un cineasta”, explican desde Cinesa. “Dos proyectores funcionan simultáneamente para brindar la imagen perfecta con un equilibrio de calidez y nitidez”. Empieza la sintonía de Misión Imposible y, por fin, aparece la cara de Tom Cruise. Los espectadores se relajan, se acomodan en sus asientos y los ojos se centran en la pantalla.
Los detalles
“Cada elemento de nuestros teatros está planificado, diseñado y posicionado con estándares exigentes para crear la experiencia más intensa. Esta ciencia es nuestra geometría de teatro y asegura la magia del cine cada vez que se apagan las luces”, exponen desde la compañía. Una inmensa explosión. Un susurro escuchado sobre tu hombro. El bajo retumbante que sientes en lugar de escuchar. La combinación del sistema de sonido de esta sala integrado perfectamente sintonizado y la orientación precisa de los altavoces garantiza que pueda escuchar la caída de un alfiler y saber exactamente dónde aterrizó. Es cierto. Cada nota de la banda sonora y cada roce de un zapato es más claro en Imax.
Todo este sonido prístino se bombea luego en el asiento. La vibración del sonido hace que el sillón se agite. Además, no estás codo a codo con el vecino, ya que cada uno tiene su espacio delimitado. “Parte de ese espectacular sonido se debe a la gran potencia del sistema de altavoces patentado que Imax sitúa desde el suelo hasta el techo, además de personalizarlo según las características específicas de cada sala. Los asientos se encuentran en una posición perfecta para la audición y a una distancia también perfecta de la pantalla, con más espacio”, añaden desde Cinesa.
Conclusión
El precio de las entradas para ambas salas es el mismo: 12,90 euros. Sin embargo, desde Consumidor Global consideramos que Imax ofrece una mayor calidad de imagen y sonido. Asimismo, tiene pantallas más grandes que iSense. Eso sí, no todas las películas se estrenan en este formato o aprovechan todo su potencial, mientras que iSense puede ser más flexible con las películas que no se estrenan como una película Imax.
iSense tiene un sistema de sonido Dolby Atmos que crea un efecto tridimensional del sonido, mientras que Imax tiene un sistema propio que también es muy potente. Las dos son opciones válidas para disfrutar del cine en una sala premium, sin embargo, dependerá de cada uno elegir el formato que más le guste o se adapte a sus necesidades.
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