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Los bancos y las telecos se infiltran en el boyante sector de la telemedicina
Movistar, Siemens o el Banco Santander se meten en un sector desconocido, pero con unas perspectivas de crecimiento destacables sobre todo en tiempos de Covid
La telemedicina alivió la sobrecarga de los centros de salud y hospitales durante los peores momentos de la pandemia. En ese sentido, podría decirse que el coronavirus ha resultado ser un aliado de la digitalización del sector sanitario y su auge parece que continúa. De hecho, algunas empresas ajenas al sector de la medicina se han colado en el terreno de la salud digital para atraer nuevos clientes y llenar la caja.
La consulta a distancia, aunque tiene sus limitaciones, reduce el tiempo de espera y de los desplazamientos. Además, permite hacer un uso más eficiente de los recursos para reservarlos a aquellas personas que más los necesitan. De hecho, tal es el futuro que se le augura a este tipo de atención médica en remoto que las aplicaciones móviles o dispositivos de salud (sector MHealth) podrían alcanzar un valor global de más de 180.000 millones de euros en 2026 --206 billones de dólares--, según el último estudio de la consultora Research and Markets.
Contratar internet y una consulta médica
Una de las empresas ajenas al sector de la salud que se ha unido a la telemedicina ha sido Movistar. “Queremos revolucionar la forma en la que las personas acceden a la salud y facilitar el acceso a la atención primaria”, explican fuentes de la teleco a Consumidor Global. Pero la compañía no está sola en ello y se ha aliado con Teladoc Health, que cuenta con una dilatada experiencia en este ámbito. Mientras, Telefónica promete mayor seguridad, robustez en las comunicaciones y la capacidad de acercar las consultas a distancia a cualquier dispositivo. Asimismo, Yoigo tambíen ha anunciado el lanzamiento del servicio DoctorGO de la mano de QuirónSalud y Meeting Doctors. En concreto, a través de esta herramienta la operadora ofrece una atención médica más rápida --vía chat y videollamda--, la posibilidad de recibir recetas electrónicas y la entrega gratuita de medicamentos a domicilio.
Pero las grandes compañías de telecomunicaciones no son las únicas que han visto el tirón de la medicina en remoto y que quieren quedarse con parte del pastel. Así, el Banco Santander que lidera Ana Botín ofrece seguros de salud de la mano de la firma holandesa Aegon y Mutua Madrileña brinda los servicios de Adeslas, mientras que Línea Directa aporta los de Vivaz. Por otra parte, Siemens ha confirmado su apuesta por Ever Health, una compañía de telemedicina presente en España y Latinoamérica.
Complemento a la medicina presencial
La necesidad de atender de forma no presencial para limitar el número de contagios durante la pandemia y hacer acopio de recursos ha hecho que se derriben algunas de las barreras que existían con respecto a la telemedicina. “El 65 % de las consultas realizadas durante el confinamiento fueron dirigidas a psicólogos”, asegura Frederic Llordachs, cofundador y socio de Doctoralia, una plataforma que ha recibido millones de consultas por videoconferencia. “El coronavirus ha provocado un pico en el uso de la medicina en remoto que aún continúa”, insiste Pablo Mas, director de operaciones de Meeting Doctors, cuyos clientes son, además de Yoigo, Bayer, Zurich o el banco Nationale-Nederlanden.
Sin embargo, la telemedicina no ha llegado para sustituir las consultas in situ, sino para complementarlas y apoyarlas. “Nuestros estudios afirman que entre el 60 % y el 70 % de las consultas de telemedicina evitan una visita médica presencial, lo que quita presión al servicio médico”, cuenta Mas. A juicio de este experto, se trata de un mercado en crecimiento que aún no está del todo instaurado, pero sí más aceptado por la población. “El 82 % de los pacientes continúa con el servicio al cabo de un año. Es un indicador de que las personas que lo utilizan reconocen su valor añadido”, afirma el responsable de Meeting Doctors.
España suspende en madurez digital sanitaria
Aunque todos los sectores se han visto obligados a una digitalización in extremis, ésta todavía no ha llegado al Sistema Nacional de Salud español en todo su potencial, tal y como apunta un estudio de la Federación Española de Empresas de Tecnología Sanitaria (Fenin). Así, la madurez digital general, que evalúa el grado de desarrollo e implantación de herramientas y servicios digitales en España, sólo alcanza un 31 %, un valor que Fenin califica como bajo. La gestión de citas y el acceso a la receta electrónica son los servicios con mayor desarrollo --con un nivel de madurez de más del 70 %--, pero la cifra desciende hasta un 19 % en el caso concreto de la comunicación no presencial entre el paciente y el profesional.
De hecho, en el campo de la telemedicina las iniciativas privadas llevan la delantera, ya que cuentan con sistemas más modernos que incorporan inteligencia artificial. Es el caso de la ya mencionada Ever Health, que agrega a sus servicios una tecnología pionera. Su paquete incluye, entre otras cosas, un fonendoscopio especial que permite auscultar al enfermo a distancia. “El paciente lo enciende, se lo coloca donde el médico le indique y el profesional lo escucha en directo para ofrecer un diagnóstico más certero”, asegura a Consumidor Global Rafael García, director de la empresa. Además, como explican algunos expertos, ahora es más importante que nunca remar en la misma dirección y conseguir una colaboración público-privada para ayudar no sólo a gestionar mejor la pandemia, sino a que ambos sistemas evolucionen y se adapten a las nuevas exigencias. Sea como fuere, todos los profesionales consultados coinciden en el prometedor futuro de la telemedicina y en que ha llegado para quedarse.
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