Basta con recorrer los pasillos de los supermercados para comprobar los precios desorbitados que tienen algunos productos. En esta ocasión no es el aceite de oliva sino el azúcar. Ya se sabe que la sacarosa no es buena para la salud. Sin embargo, se sigue teniendo bastante dependencia de este producto.
Una cucharilla en el café de la mañana es imprescindible para la mayoría de los consumidores. Tanto el azúcar blanco como el azúcar moreno han subido sus precios en los lineales de las cadenas de distribución. Ahora bien, la segunda de ellas presenta una diferencia más que notable en su versión gourmet (o más pija, si se prefiere llamar así). Pero, ¿compensa en la salud pagar más por este producto?
Cinco veces más cara
Vayamos a ejemplos concretos. El paquete de un kilo de azúcar moreno de la tradicional marca Azucarera cuesta 1,85 euros en Caprabo, un supermercado popular en Cataluña. Esto mismo pero trasladado al formato de medio kilo y de la marca Diat cuesta 3,39 euros en Bonpreu (6,78 euros el kilo). La diferencia de precio es tan notable que no pasa desapercibida a la vista del consumidor.
En el caso de Diat, el paquete presenta una estética más propia de la categoría gourmet. Además, en su envoltorio deja claro que su azúcar proviene de caña integral. Un mensaje que induce a pensar que pudiera ser menos perjudicial para la salud del cliente. Teniendo en cuenta que la segunda es casi cuatro veces más cara que la primera, cabe preguntarse si realmente es mejor para nuestro cuerpo consumir (y pagar) la de Diat.
Diferencia entre ambos azúcares
Para resolver la cuestión central, es importante entender en qué se diferencia el azúcar moreno "normal" de la que procede de una caña integral. Eva María Bautista, nutricionista de bluaU de Sanitas, explica a Consumidor Global que la diferencia recae en dos factores: proceso de producción y composición.
Ciertamente, la segunda de ella conserva más nutrientes de la caña de azúcar original. "Se seca de manera natural y contiene una mayor cantidad de melaza natural", matiza la experta. No obstante, la nutricionista insiste en que ambas deben evitarse en cualquier alimentación saludable.
¿Un proceso más caro?
Ahondando en las ventajas y desventajas de ambos azúcares, la nutricionista reconoce que el proceso de producción del moreno de caña integral puede llegar a ser más costoso. Un argumento que, de ninguna forma, justifica la diferencia de precios entre ambos productos. Así lo explica a este medio José López Nicolás, catedrático de bioquímica de la Universidad de Murcia.
Este experto recalca que las diferencias nutritivas y en la composición química son nulas. "La diferencia de procesado que hay entre un azúcar y otro, desde mi punto de vista, no justifica las diferencias de precio", sostiene López.
Características sensoriales
Las diferencias entre un azúcar moreno tradicional y la que proviene de caña integral son casi inexistentes. Tanto Bautista como López así lo aclaran. En realidad, la única disimilitud entre ambos productos radica en el color y el sabor que se obtiene. En este sentido, el producto de la caña integral sí consigue sacar ventaja.
"Al contener una mayor cantidad de melaza natural, consigue un sabor y color intensos", explica la nutricionista. "Si el consumidor va buscando características sensoriales diferentes, este producto sí las tiene", reconoce López. Aunque "es como si a ti te gusta un queso y a mí no, es muy subjetivo", añade.
Una cuestión de marketing
Teniendo en cuenta que ambos azúcares moreno son igual de perjudiciales para la salud, ¿por qué el consumidor paga más por un mismo producto? La respuesta parece bastante intuitiva: es una cuestión de marketing. Solo eso. En lo que respecta a beneficios para el cuerpo, ninguna de las dos es beneficiosa. Tampoco una es mejor que la otra. A juicio del catedrático, la diferencia de precio es una cuestión que habría que trasladarle a los productores. Pero sí tiene claro que la sociedad española no tiene mucho conocimiento a nivel nutricional.
"¿Qué ocurre cuando te ponen la palabra gourmet? que la gente se vuelve loca", explica López. "Se suele pensar que el azúcar moreno es mejor que el azúcar blanco, pero no es cierto. Mi recomendación de azúcar siempre es cero", advierte el experto. En definitiva, que no te tomen el pelo. Pagar más por un azúcar moreno de caña integral es una cuestión de preferencia del propio consumidor. Pero, en ningún caso es más saludable. Tampoco hay muchas diferencias en el proceso de obtención entre una y otra.