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El auge de la venta ilegal de productos derivados del cannabis pone en alerta a los farmacéuticos

Los profesionales advierten sobre los peligros que suponen aquellos productos que contienen altos índices de esta sustancia

Consumidor Global

Dos manos sujetan cannabis en su forma más natural / PEXELS

En determinados países, el uso de la marihuana para apaciguar y tratar los síntomas de ciertas enfermedades, como el cáncer, es legal. En este contexto, el Consejo General de Colegios Farmacéuticos de España ha comparecido en la Mesa de la Comisión de Sanidad y Consumo este martes para analizar la regulación del cannabis para uso medicinal, también, en nuestro mercado. 

Así, Jesús Aguilar, presidente de este oganismo profesional, ha alertado de los peligros que la proliferación y auge de la venta ilegal de productos derivados del cannabis (CBD) puede suponer para la salud de los clientes y la necesidad y urgencia de un mayor control. 

Productos con altas concentraciones de cannabis

Muchas tiendas –tanto físicas como online-- ofrecen artículos con altas concentraciones de derivados de cannabis, según Aguilar.

Aparte de tratarse de una comercialización no autorizada, estos productos contienen restos químicos y pesticidas peligrosos para la salud utilizados durante el cultivo ilegal del cannabis, matiza el portavoz del Consejo General de Colegios Farmacéuticos. 

Un cultivo ilegal de cannabis / PIXABAY

Productos sin protocoles sanitarios

Los boticarios consideran que estos locales no cuentan con los controles sanitarios ni informan al cliente sobre la composición de los productos que ofrecen. 

El cartel de una tienda que vende cannabisl / PIXABAY

Por ello, Aguilar solicita la limitación de la oferta de los productos derivados del cannabis y advierte que “en ningún caso pueden tener indicaciones terapéuticas”. Y destaca la imprescindible participación de la farmacia comunitaria en la dispensación de este tipo de artículos, prescritos por un médico, para una indicación concreta y con la autorización oficial de uso por la Aemps. “La utilización de principios activos en su condición de medicamentos requiere de evidencia clínica demostrada de calidad, seguridad y eficacia”, concluye.