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“Me dejaron tirada”: la pelea de una asegurada de Asisa con la pierna rota para obtener cobertura
La compañía negó la protección a una clienta con el argumento de que el esquí es una práctica deportiva de elevada peligrosidad y solo cedió tras varias semanas de protestas
La polisemia de las palabras permite que existan los dobles sentidos, y estimula la creatividad en la comunicación, los juegos conceptuales o las bromas ingeniosas. No obstante, la falta de concreción o la posibilidad de que un concepto sea interpretable puede jugar una mala pasada si de lo que se trata es de la cláusula de un contrato, ya sea de una hipoteca o de un seguro. A N. Jiménez le tocó bregar con una de Asisa.
A mediados de enero, esta asegurada se fracturó la pierna esquiando. La empresa, en un primer momento, pasó de ella. Asisa tardó más un mes en darle la razón y atender sus legítimas demandas.
Un seguro que la dejó “tirada”
Jiménez, describe, tiene contratado el seguro ASISA Reembolso 100.000. Tras su accidente, denunció en redes sociales que la habían “dejado tirada”, sin atención médica. Contactó en numerosas ocasiones con la compañía, la mayoría por correo, sin obtener una respuesta satisfactoria.
Para justificar su negativa, la empresa se remitía a una peliaguda cláusula de su seguro en la que no se menciona explícitamente el esquí. En ella, Asisa dictamina que quedan excluidas de la cobertura del seguro una serie de prestaciones, además de las específicamente establecidas en cada caso.
Actividades que impliquen “elevada peligrosidad”
“La asistencia derivada de la atención de patologías producidas por la participación del Asegurado en actividades profesionales o deportivas que impliquen elevada peligrosidad, ya sea como profesional o aficionado, tales como: actividades subterráneas, subacuáticas, aéreas, vehículos a motor, embarcaciones, boxeo y artes marciales, toreo, escalada, montañismo, barranquismo, puenting, etc. Y cualesquiera otra naturaleza análoga”, especifica Asisa.
Ahora bien, el esquí no parece, desde luego, tan peligroso como el toreo o el boxeo. Además, la mención explícita al montañismo y al barranquismo resulta chocante, ya que el esquí se antoja más extendido que esas dos actividades.
La postura de Asisa
“Me parece que el esquí no es análogo, en riesgo, a los deportes que ponen: toreo, paracaidismo, puenting, etc”, defiende Jiménez a Consumidor Global. Pero en Asisa no lo creyeron así hasta que ella les hizo ver que tenía derecho a la cobertura. A preguntas de este medio, desde esta aseguradora ofrecen respuestas muy escuetas.
“La práctica del esquí no está asimilada a las actividades de alta peligrosidad recogidas en dicha cláusula”, indican, contradiciendo con esta sencilla afirmación su postura inicial y despojando de sentido el tormento que vivió Jiménez.
“Me van cobrando copagos que son falsos”
En el foro de valoraciones Trustpilot aparecen críticas similares. “Llevo solicitando la baja un mes porque me subieron el precio sin notificarlo por escrito, cosa que es obligatoria y están incumpliendo el contrato. Encima me van cobrando copagos que son falsos y que he demostrado bajo documentación del hospital que no son ciertos. Y solo me han contestado que para poner reclamaciones debo enviar una carta firmada electrónicamente o ir a una oficina Asisa… lo ponen todo complicado para que desistas. Es un servicio nefasto”, valora un asegurado.
En este foro, la compañía roza el aprobado, pero no llega: tiene más de 900 valoraciones y cosecha una puntuación de 2,3 estrellas sobre 5. En Kelisto, Asisa sí aprueba: tiene una media de 3,2 estrellas sobre y más de 300 votos. Por último, en las reseñas de Google Play se pueden encontrar testimonios muy desagradables, de asegurados que esperan semanas una tramitación o que denuncian que se les han subido las cuotas sin previo aviso.
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