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Las artimañas de Simyo con el ‘router’ al darse de baja para cobrarte 50 euros

La compañía de telecomunicaciones juega al despiste para sacar una última tajada a sus exclientes, y no duda en enviarles empresas de recobros por una pequeña deuda generada de forma confusa

Juan Manuel Del Olmo

Un cliente intenta gestionar la devolución de un 'router' con Simyo / PEXELS

En 45 días transcurren entre seis y ocho jornadas de Liga. Da tiempo a adquirir un hábito o incluso dos (según algunas teorías, bastan 21 días para hacerlo). En ese plazo, hay tiempo de sobra para hacer el Camino de Santiago, pero no para superar tras una ruptura amorosa. También es el periodo que la compañía de telecomunicaciones Simyo ofrece a los clientes que se dan de baja para entregar el router. Si no, toca pasar por caja. “Una vez nos comuniques que te quieres dar de baja del servicio de fibra, te enviaremos un mensajero para recoger el router. Si es posible, entrégalo con la caja y los cables originales. Tranquilo, tienes 45 días para devolverlo sin coste. Si quieres, también puedes quedártelo por 50€. Si no se devuelve en plazo o está en mal estado, se cobrará ese mismo importe”, se dice en su página web.

No es la única empresa que lo hace: Vodafone es aún más acuciante, con 30 días desde la comunicación de desconexión del equipo. La multa depende de lo que no se haya devuelto, pero puede ser de 45 o de 80 euros. En Orange, la sanción asciende a 60,50 euros con el IVA. Los usuarios denuncian que las compañías no ofrecen todas las facilidades necesarias, lo que a algunos les hace sospechar.

Una confusión con la ubicación que cuesta 50 euros

Adolfo Aguilar denuncia que Simyo le cobró los 50 euros del router tras llamar varias veces e intentar deshacer un enredo sobre su dirección. Este afectado trabaja en Almería, y tenía previsto regresar a su residencia de Málaga cuando se dio de baja. Este traslado es el motor de un lío que, si no afectase al bolsillo, sería de chiste. La operadora le pidió sus datos, y él explicó que la recogida sería en Almería. “Un rato largo con los datos, y a la semana siguiente, cuando me llaman del servicio de recogida… dicen que están en Málaga. Llamo otra vez y digo que la recogida era en Almería, pero que mi contrato acaba y volvía a Málaga. Pregunto si lo podía dejar yo mismo en Correos o si me lo llevaba y recogían el aparato en Málaga. Me dicen que sí, que me lo lleve, y cuando estoy en Málaga me llaman de Almería”, narra sorprendido.

Una persona trabaja con su ordenador / UNSPLASH

En medio de esa confusión, el plazo de 45 días caducó y le efectuaron un cobro de 50 euros. “Se lo explico al operador, y luego paso al supervisor, quien me dice que es imposible que ocurra lo que le estoy diciendo, porque, en teoría, una vez que los encargados de la recogida acuden a un sitio, no se puede cambiar la dirección de entrega”, recuerda Aguilar. La conversación subió de tono y el responsable de Simyo le soltó que “aunque sea lo que tú dices, no pienso devolverte el dinero y autorizar otra recogida”. Y así ha sido: Aguilar tiene un router que no necesita, pero 50 euros menos.

“Si no me llego a acordar yo, me cargan 50 euros”

Otros exclientes indican que, al solicitar la baja, desde Simyo pelean para que no se marchen, pero sin ninguna contrapartida real. “Intentan retenerte, pero sin ofertar nada”, asegura Fran García. Este antiguo cliente realizó la baja de forma telefónica, y el trámite parecía haberse realizado correctamente. Un empleado de Simyo le indicó que pasarían a recoger el aparato, cuya devolución debía hacerse en un plazo máximo de 45 días.  

“Pasadas unas semanas, recordé que no habían contactado conmigo, y les llamé. Me dijeron que no se había dado aviso para recogerlo. Es decir, que si no me llego a acordar yo, me cargan 50 euros por haberme quedado con el trasto”, resalta. Tras “innumerables llamadas, correos y mensajes por redes sociales”, logró que se lo recogieran en el plazo habilitado, pero sospecha que ese olvido es interesado. “Estuve leyendo por internet que es una práctica común de esta empresa”, resalta.

Una persona entrega un paquete / UNSPLASH

La amenaza de la lista de morosos

Marta Rivera entregó su router el pasado enero, pero, según cuenta, desde Simyo no lo registraron correctamente. Y ese fallo estuvo a punto de salir muy caro. Según relata, hasta junio, una asesoría jurídica le llamaba “todos los días” porque en teoría no lo había entregado y le decían que tenía una deuda de 50 euros. “Amenazaban con incluirme en la lista de morosos, a pesar de que yo había mandado el router, pero salía como que no lo habían recibido. No sé si se harían un lío con todos los aparatos que tienen, pero el caso es que, además de los 50 euros, me querían cobrar el seguro de mercancías. Unos rateros”, relata, indignada. Sólo le dejaron en paz cuando fue a la empresa de transportes a pedir un justificante en el que quedaba claro que había enviado el aparato a Simyo.

A Mónica Creus también le amenazaron con la posibilidad de incluirla en la lista de morosos. Cuenta que estuvo “meses” poniendo incidencias para que los responsables de Simyo acudiesen a recoger el router. “Tuve que terminar llevándoselo yo al repartidor, porque eran incapaces de ir a recogerlo a la nueva dirección que les facilité”, indica. “Si no hubiera conseguido llevarlo, me cobraban 50 euros. De hecho, yo en su momento eché para atrás ese cargo en el banco, y fue cuando me mandaron un email diciéndome que no pagar esa cantidad podía conllevar incluirme en una lista de morosos”, afirma Creus.

Una persona intenta conectarse a la red wifi / UNSPLASH

“Casos excepcionales”

Antes de comenzar el trámite de la devolución del router, Jara Torres tuvo que pelear para poder darse de baja de Simyo. “El servicio de bajas tiene un supuesto horario y uno no puede darse de baja cuando quiere. Cuando llamas para hacer el trámite te marean, te pasan de unos a otros y después una media hora te dicen que solo te puedes dar de baja de lunes a viernes en determinados horarios… Vamos, que se ríen de ti en tu cara”, indica. Tras un tira y afloja, ella consiguió solucionar el problema del router.

Este medio ha contactado con Simyo para preguntar por estas incidencias. Desde la compañía alegan que son casos “excepcionales” y que la empresa se caracteriza “por el buen trato al cliente”. Asimismo, remiten a un informe del Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital, que acredita a Simyo como la compañía con menores tasa de reclamaciones en comunicaciones fijas de 2021.

Un hombre intenta gestionar la devolcuión con Simyo / PEXELS

Nuevo aparato tras un cambio de domicilio

Félix Barragán se cambió de domicilio, y cuenta que le hicieron darse de baja para posteriormente darse de alta. En ese proceso, en vez de llevarse el viejo router, los técnicos le colaron uno nuevo y le cargaron 50 euros. Barragán protestó, y solo después de “8 meses, y muchas llamadas de teléfono” se lo solucionaron.

“Conozco mis derechos y sé que no lo podían hacer. No obstante, me hicieron la devolución en mis próximas facturas. Yo pensé que me descontarían ese dinero del internet fibra que tengo contratado… y no. Me hacían el descuento sobre mi línea móvil, 10,99€ cada mes”. Así, Barragán cambió de operador móvil, pero se vio obligado a mantener la fibra con Simyo para obtener su dinero.