El primer Apple Watch se presentó en septiembre de 2014, un año después de que Samsung lanzase su reloj inteligente, inaugurando así una rivalidad en la que también entraría con fuerza Xiaomi. Con todo, la compañía que entonces ya capitaneaba Tim Cook (Steve Jobs le había pasado el testigo tres años antes, en 2011) apostaba por un gadget minimalista, más estético y aspiracional que estrictamente funcional, aunque por supuesto podía medir el ritmo cardíaco, contar los pasos o responder llamadas.
Hoy, una década más tarde, Apple vende el Apple Watch SE a partir de 279 euros, mientras que los modelos de última generación, los Apple Watch Series 9, se pueden comprar desde 449 euros. La empresa americana se refiere a ellos como dispositivos “reimaginados” y “relucientes”, con un nuevo sistema operativo y un chip más potente. A pesar de ello, muchos clientes no pueden aprovechar al máximo las funciones de este reloj que, si bien presume de contar con tecnología de vanguardia, yerra si el usuario lleva tatuajes.
“Se bloquea automáticamente”
En redes sociales, en foros de valoraciones y en medios de comunicación se pueden encontrar multitud de quejas al respecto de usuarios tatuados. No es en absoluto un problema aislado de unos modelos concretos, sino una incidencia extendida que, al parecer, perdura. Por ejemplo, Nate Gentile, un popular creador de contenido experto en informática y electrónica, publicó un vídeo en TikTok en el que explicaba que un compañero suyo se había puesto el Apple Watch Ultra y no le funcionaba.
@nategentile Si tienes tatuajes ... ¿El Apple watch funciona? #apple #applewatch #smartwatch #tecnologia #nategentile ♬ sonido original - Nate Gentile
“Literalmente, no le leía nada. Se le bloqueaba automáticamente, no tenía ritmo y parecía que estaba defectuoso”, aseguraba. “Luego me lo puse yo y a mí me iba perfectamente”, explicaba Gentile, que no lleva tatuajes en la zona de las muñecas. “Resulta que los leds verdes chocan con el pigmento de los tatuajes y son incapaces de llegar al nivel donde pasa la sangre para calcular el flujo sanguíneo. Este detalle es bastante importante: si tienes tatuajes oscuros en la muñeca, los sensores no funcionan bien”, resumía.
La tinta interfiere en el sensor
Gentile describe el problema con precisión y, a buen seguro, muchos clientes de Apple desearían haber visto un vídeo como el suyo antes de decidirse a comprar el dispositivo, pues han comprobado con frustración que no podían disfrutar al máximo del mismo. Pero lo han hecho tarde.
“I bought an Apple Watch for Christmas to track my cardio and only now do I find out tattoos interfere with the sensor detection” (“Compré un Apple Watch para Navidad para realizar un seguimiento de mi cardio y ahora descubro que los tatuajes interfieren con la detección del sensor”), lamentaba una chica estadounidense. Otro usuario del mismo país indicaba que el Series 8 tenía muchos sensores avanzados, pero seguía sin funcionar en su mano tatuada y tenía que ponérselo en la derecha. “Fuck you Apple, I can’t wear my Apple Watch on my left wrist bc of my tattoos”, resumía una tercera.
Falta de información
“¿Por qué nadie me pinches avisó que el Apple Watch no sirve si estás tatuado en la muñeca?”, clamaba un comprador mexicano. Así, la sensación generalizada es que la compañía que presume de ofrecer una experiencia de usuario intuitiva y segura (además de los cacareados avances en diseño, innovación y ecosistemas integrados) no es suficientemente clara al respecto o directamente oculta esta información.
De hecho, en la web del Series 9 no hay ningún claim que avise de los problemas con los tattoos, ni aparece la palabra piel. Hay que ir hasta la página de soporte para encontrar detalles, donde la compañía explica que la perfusión sanguínea, es decir, la cantidad de sangre que fluye por la piel, puede afectar al rendimiento del sensor de frecuencia cardiaca.
Cambios en la piel
“Los cambios permanentes o temporales en la piel, como algunos tatuajes, pueden afectar también al rendimiento del sensor de frecuencia cardiaca. La tinta, el dibujo y la saturación de algunos tatuajes pueden bloquear la luz del sensor, lo cual dificulta la obtención de lecturas fiables”, añaden de forma explícita.
Resulta evidente que la empresa es consciente de la existencia del problema. Para solventarlo, la compañía recomienda conectar el Apple Watch de forma inalámbrica a un monitor de frecuencia cardiaca externo, “como una correa pectoral con conexión Bluetooth”. Es decir, comprarse otro artículo que sí pueda hacer las mediciones.
Un problema común en los relojes inteligentes
Los smartwatches de Apple no son los únicos afectados. “La tinta, el patrón y la saturación de algunos tatuajes pueden impedir que la luz llegue al sensor, lo que podría dificultar la obtención de una lectura confiable de la frecuencia cardíaca. Esto puede causar lecturas inexactas o una falta total de lecturas. Para obtener el mejor rendimiento, use su reloj en un área libre de tatuajes”, recomienda Garmin en su web.
Por su parte, Xiaomi admite que “las diferencias individuales, como el color de la piel, el cabello, los tatuajes y las cicatrices, también pueden afectar al control de la frecuencia cardíaca”.