Una mezcla de incredulidad y decepción. Así es como se puede definir la reacción de buena parte de los los clientes y fans de Apple cuando lanzó los auriculares AirPods Max. El problema no es el dispositivo en sí, sino su precio: 629 euros. Esta cantidad ha sido considerada, por muchos, exagerada y, como consecuencia, le han llovido a la marca las críticas a través de las redes sociales, con bromas y comentarios de indignación de todo tipo.
“Es un producto exclusivo y no quieren que cualquiera se lo pueda comprar. No pasa sólo con los auriculares, también con los equipos informáticos y con casi todos sus dispositivos”, asegura a Consumidor Global Santiago González, CEO de la consultora de marketing Uzink. “Su estrategia sólo la conocen ellos, pero desde fuera lo que se percibe es mucho descontrol. Parece que no tienen ni idea de lo que están haciendo”, opina por su parte Ricardo Pazos, CEO de la empresa dedicada al marketing y las ventas Walterman.
Exclusividad a través del precio
Antes tenías un Mac y eso te identificaba con un cierto estilo de vida, más allá de quién eras o de tu posición social”, considera González, quien cree que el hecho de que la marca se haya “democratizado” tanto en los últimos años --en el sentido de que es muy habitual que alguien tenga un producto suyo-- ha provocado que ahora busque aportar al cliente ese plus de exclusividad a través del precio.
En ese aspecto, Pazos no sólo coincide, sino que va un poco más allá y considera que, desde un punto de vista comunicativo, la empresa manda “mensajes contradictorios”. Sostiene que no tiene sentido que en 2020 se presentase el iPhone SE por 489 euros y que a finales del mismo año se lanzasen unos auriculares que son más caros que ese mismo teléfono. “Si alguien compra un producto de Apple pensando que tiene una serie de atributos, como el prestigio y la exclusividad, y de repente ve que hay un dispositivo que cuesta menos de 500 euros y de fácil acceso --entre comillas--, ese punto de sentirse especial se pierde”, argumenta.
Productos menos disruptivos
El CEO de Walterman también cree que en la estrategia de marketing de la compañía californiana se está produciendo una brecha entre la comunicación --un aspecto por el que la firma siempre ha sido muy reconocida-- y el producto en sí, lo cual provoca que se “desdibuje la marca”. En ese sentido, aunque subraya que los aparatos de Apple “siguen siendo muy buenos”, recuerda que antes el factor premium de sus dispositivos se debía a su innovación disruptiva y no al precio. “Su atributo no era el lujo, que es a donde están yendo ahora. Su esencia era ofrecer al cliente una experiencia de usuario extraordinaria que abarcaba desde el diseño hasta la compra. Creo que siguen siendo buenos en el diseño del producto, pero se están equivocando en qué posicionamiento tienen en el mercado”, agrega. De hecho, este experto considera que desde la muerte de Steve Jobs la marca perdió mucho y que todavía viven de las rentas de esa etapa.
“Apple intenta fabricar los mejores ordenadores, tabletas, teléfonos… Hay veces que lo consigue, pero, cuando no lo hace, mete tanto marketing a los productos que parece que lo logra”, señala por su parte González. En esa línea, este experto opina que en los últimos tiempos Samsung ha arriesgado más desde el punto de vista de la innovación, por ejemplo, con las pantallas plegables. “Quizá Apple considera que no es el momento de dar ese salto porque la calidad que van a lograr no será tan premium como la que quieren ofrecer”, apunta. No obstante, destaca que la experiencia de usuario de cualquier dispositivo de Apple es buena, incluso mejor que la de otras marcas, pero que eso también se paga.
Baja la fidelidad a las marcas
En cuanto a si el contexto pandémico y de crisis económica es el idóneo para lanzar unos auriculares de 629 euros, Pazos señala que ya desde antes del Covid-19 y debido a otras crisis previas, el mercado y los hábitos de los consumidores han cambiado mucho. Las marcas “ya no son tan importantes” para los compradores como lo eran antes, defiende. “Es verdad que Apple ha aguantado muy bien con sus clientes más fieles, pero ahora los usuarios optan más por las compras convenientes”, matiza. En este sentido, lo que se busca es conseguir el mejor producto por el menor precio.
De hecho, incluso las personas que venden estos productos exclusivos de Apple no entienden la estrategia de la marca de Cupertino. “Con las especificaciones técnicas los AirPods Max en la mano, creo hay otros auriculares de Bose y de Sony, por ejemplo, que son mejores y cuestan la mitad. Hay que tener en cuenta que es Apple y que también pagas porque sus productos los llevan Neymar, Cristiano Ronaldo y otros”, recuerda un vendedor de un espacio Fnac en Madrid a este medio.