En Navidad, las mesas de los hogares se engalanan: se sacan los manteles especiales, se descorchan las botellas de vino que se habían guardado para una ocasión especial y se da buena cuenta del jamón, el queso y el marisco. En la medida de sus posibilidades, los hogares intentan comer lo mejor posible. Por eso, el último anuncio que McDonald’s ha lanzado en Reino Unido ha hecho reír a muchos.
El spot comienza con dos personas cantando en un karaoke familiar. De repente, una de ellas recibe un mensaje en su móvil, en el que una amiga o familiar le envía los emoticonos de unas patatas fritas y una hamburguesa. Tras un furtivo intercambio de miradas, ella y otras personas se escapan de esa fiesta en casa, que el espectador presupone aburrida, para ir… a un McDonald’s.
Fervor general por McDonald’s
Al verlos pasar, la gente se une a ellos, desde miembros de una orquesta al propio Papá Noel. El fervor es generalizado: se cancelan vuelos, padres y niños huyen de las funciones de teatro navideñas de los segundos y hasta las estatuas cobran vida.
En el anuncio, firmado por la agencia de publicidad Leo Burnett, hay un guiño a la mítica película Love Actually, cuando un personaje se planta en la puerta de la casa de la persona que ama (que es la esposa de su mejor amigo) con unos carteles que va pasando en silencio para revelarle su amor. El lema de la campaña es Fancy a McDonald's? (¿Te apetece un McDonald’s?)
Más anuncios de Navidad
En los últimos días, son muchas las compañías que han lanzado sus spots navideños, en los que intentan transmitir sus valores de marca y emocionar a los consumidores. Así, Decathlon apuesta por la fuerza del deporte, mientras que Enrique Tomás apela a la familia de la mano de David Bisbal.
Otras, como KFC, son más rupturistas y se ríen de sus clientes, mientras que Suchard tira de melodrama.