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Ametller indigna a los ecologistas con el engorroso (y nada sostenible) envase de sus pizzas
La cadena de supermercados catalana vende numerosos productos en un envase que mezcla plástico y cartón, una alternativa que traslada la responsabilidad del reciclaje a sus clientes
Es como cuando recibes una carta con un recuadro de plástico. O, peor aún, la típica carta de Hacienda con el recuadro negro: sinónimo de nada bueno. Como estás concienciado con el reciclaje y lo de pagar siempre puede esperar, intentas separar el plástico del papel. Pero es misión imposible. Son inseparables. El film se rompe y se lleva trozos de papel. Y te ofuscas. Algo parecido sucede con los nuevos y engorrosos envases que utiliza el Grupo Ametller Origen para sus pizzas, pero con la grasa que suelta el producto incluida.
Un embalaje que indigna a los ecologistas, pues dichos envases “son una mala idea a la hora de reciclar y no se deberían utilizar”, expone el responsable de residuos de Ecologistas en Acción, Carlos Arribas, quien explica que siempre es mejor optar por embalajes homogéneos.
La peor ‘solución’ posible
“Este nuevo envase sostenible es reciclable”, presumieron desde Ametller. “El usuario puede separar fácilmente el plástico del cartón para reciclarlo”, se atrevieron a decir. Nada más lejos de la realidad.
Este envase que la cadena utiliza desde junio de 2022 “es una dificultad añadida y puede ser un problema”, advierte Arribas, quien critica a este tipo de empresas que se las dan de sostenibles por mezclar materiales: “Es una contradicción”.
Una dificultad añadida y un problema más
Y efectivamente: el invento resulta de lo más engorroso. Paso 1: sacas la pizza, no sin dificultades, y la metes en el horno. Después de leer el paso 2 --"separas el cartón del plástico, verás que mola bastante la sensación"-- empieza el show. Intentas hacerlo, pero sólo consigues arrancar una pequeña parte y te quedas con un trocito de plástico en la mano. Insistes y te llenas las manos de grasa. Te cabrea. Vuelves a insistir y no hay manera. Al final, resignado, optas por enviarlo todo a la porra y tirar el envase multimaterial al contenedor azul o al amarillo.
Los lectores ópticos de la planta de tratamiento de residuos “no separan la mezcla de ambos materiales. Si consideran que es plástico, hallarán impropios, y la falta de pureza de materiales supone un problema”, añade Arribas.
El paso 3, en duda
“Y tiras cada parte donde toca: el plástico en los envases y el papel… en el papel”, reza el paso 3. Pero, ¿el cartón grasiento de la pizza va al contenedor azul con el papel limpio? Tanto desde Greenpeace como desde Ecologistas en Acción recuerdan que “no se recomienda” tirar el cartón grasiento de la pizza --de Ametller, Telepizza o de quien sea-- al contenedor azul porque ensucia el resto del papel y empeora el proceso de reciclaje.
Sin embargo, este medio también se ha puesto en contacto con Aspapel (Asociación española de fabricantes de pasta, papel y cartón), quienes aseguran que la caja de la pizza "debe introducirse en el contenedor azul, aunque tenga manchas de grasa, pero sólo la caja de cartón sin bordes de la pizza ni restos de comida u otros residuos que no sean papel o cartón".
Ametller, Bimbo y Duracell: “Así, ¡no!”
“Ametller innova”, dijeron desde la cadena de supermercados al lanzar sus envases mitad de plástico, mitad de cartón. Pero Bimbo lo hace con algunos panes de molde de The Rustik Bakery desde 2020, y ya ha sido criticado por ello. “Genial, así ni el papel ni el plástico se podrán reciclar”, critica Roberto en Facebook, en referencia al polémico envase de la marca de Bimbo, que también es difícil de separar.
Lo de los nuevos envases de las pizzas de Ametller “es fatal porque seguimos encasquetando la principal responsabilidad al consumidor… ¡No!”, expone a este medio el responsable de residuos de Greenpeace, Julio Barea, quien recuerda, por si a alguien se le había olvidado, que la responsabilidad de hacer un producto sostenible y fácilmente reciclable es del que vende el producto. “Es como lo de las pilas Duracell y tantas otras, que llevan cartón en la base y plástico para que se vea el producto, pero luego es dificilísimo separar un material del otro”, coincide Arribas.
Alternativas similares más sostenibles
Como es lógico, las alternativas más sostenibles son las que no utilizan plásticos de usar y tirar. También hay empresas que se decantan por envases de un sólo material y utilizan la menor cantidad de plástico posible a la hora de embalar sus productos. Incluso hay alternativas muy similares a la de Ametller que sí son sostenibles.
“Mercadona tiene aguacates envasados con una base de cartón y recubiertos de celofán. Sí, también tienen dos materiales, pero están completamente separados y no suponen ningún esfuerzo para el consumidor”, apunta Arribas. Por muy reciclable que sea el papel-cartón, “no es la vía. La única vía es el envase reutilizable. El usar y tirar tiene que acabarse ya”, difiere el responsable de residuos de Greenpeace.
Ametller habla
Al trasladar al Grupo Ametller Origen las críticas de algunos clientes y de los expertos a sus nuevos envases, la empresa se ha mostrado sorprendida. “Recibimos muchas críticas por utilizar plásticos de un sólo uso, pero nos sorprende que nos critiquen por los envases de nuestras pizzas”, aseguran.
Sobre el hecho de responsabilizar al consumidor del reciclaje y de enmendar su falta de sostenibilidad en el embalaje, desde la cadena apuntan que “no lo responsabilizamos, lo hacemos partícipe. Y reducimos una gran parte de plástico del envase". Finalmente, desde Ametller exponen que su idea “es poder reducir el plástico de un sólo uso y optar por alternativas más sostenibles”. Unas palabras que cuestan de creer echando un simple vistazo a sus lineales.
Plástico para sujetar plástico
Si uno entra en un supermercado Ametller, se percatará en cuestión de segundos de que el plástico es el rey indiscutible. A veces, incluso, sin ningún sentido. Es el caso de los yogures de la cadena, que van en un envase de plástico que, a su vez, está sujeto por una estructura también de plástico. Algo que ya está superado por la inmensa mayoría de marcas, que se decantan desde hace años por sujeciones de cartón.
“No tiene ningún sentido”, resume el coautor del libro Vivir sin plástico Fernando Gómez. En su opinión, lo ideal sería vender los yogures en frascos de vidrio, un material más retornable y sostenible. En este caso, lo utilizan para apilar los yogures unos encima de otros en el transporte, “pero también podrían utilizar un sistema retornable o las típicas cajas de cartón”, zanja el experto.
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