Amazon presume de ser el escaparate más grande del mundo, pero también se ha ganado el dudoso honor de tener el único probador de pago del planeta. Y es que algunos clientes Prime se han quejado de que el servicio ofrecido por Amazon Fashion, Prueba primero, paga después, que se anuncia como gratuito, pone en apuros su economía familiar.
“No te cobraremos nada hasta que tramites la compra en Amazon.es durante el periodo de prueba de 7 días”, se puede leer en la página web de Amazon sobre el funcionamiento de dicha fórmula. “Siempre buscamos nuevas formas de hacer que el proceso de compra sea cada vez más cómodo”, declaraba la vicepresidenta de Amazon Fashion Europa, Ruth Díaz, en octubre de 2021, cuando la compañía lanzó este servicio en España. Ahora, apenas medio año después, hay clientes que no lo volverán a utilizar. “Pedí cuatro prendas con Prueba primero, paga después y desaparecieron 300 euros de mi cuenta. Me parece una estafa”, expone a este medio la afectada Marta L. M.
Amazon Fashion: el probador más caro del mundo
En teoría, Prueba primero, paga después funciona como el probador de una tienda física de toda la vida. Los clientes de Amazon Prime pueden elegir hasta seis artículos de moda en un catálogo con más de 10 millones de referencias, entre las que hay marcas tan conocidas como Calvin Klein, Puma o Levi’s, entre muchas otras, y marcas propias de Amazon Fashion. En un plazo de uno a cinco días “reciben los productos de forma gratuita, se los prueban, deciden lo que les gusta y pagan sólo por lo que quieren quedarse”, explican desde la compañía. “Devolver los artículos es gratis y fácil con una etiqueta prepagada”, añaden. Pero, a veces, lo anunciado no se corresponde con la realidad.
“Me llamó la atención y probé el servicio”, explica Marta L. M., quien apunta que, al principio, todo funcionaba muy bien. Sin embargo, a finales de marzo pidió dos pares de zapatos, un chaquetón y un suéter. “La sorpresa llegó en el momento en el que me salta un aviso del banco, a través de Amazon, conforme me han retenido 300 euros”, añade la afectada, que ha pasado más de 15 días sin su dinero. ¿Es posible que Amazon cobre el monto total del pedido a sus clientes Prime por utilizar un servicio gratuito como Prueba primero, paga después?
Paga primero, prueba después
“En algunos casos, Amazon puede solicitar permiso a sus clientes para retenerles el monto total del pedido de Prueba primero, paga después”, aseguran fuentes cercanas a la empresa. Una forma de actuar contradictoria que la compañía emplea para “intentar encontrar el equilibrio entre la satisfacción del cliente y los posibles casos de fraude”, añade la misma fuente.
¿Puede denominarse Prueba primero, paga después a un servicio que retiene el dinero de los clientes antes de que reciban prenda alguna? Si hay usuarios a los que les congelan el monto total de su pedido, “ya no es una prueba tan flexible, la fórmula pierde sentido y la empresa debería cambiar la manera en la que ofrece el servicio”, apunta la coordinadora del máster en Gestión del Customer Service Experience, Retail y E-commerce de la Universidad de Barcelona (UB), Michele Girotto.
“¿Quién paga por ropa que no quiere?”
Al margen de la desprotección que afecta al comprador, que se queda sin su dinero durante un largo lapso de tiempo, “¿quién va a utilizar un plan de probar y devolver ropa si le hacen pagar cuatro productos cuando en realidad quiere comprar uno?”, se pregunta Marta L. M.
¿La contradicción de este servicio de Amazon Fashion puede tener algo que ver con la política de devoluciones de Amazon, que cada vez es más estricta? “Han de ofrecer esta fórmula porque es una tendencia en el sector de la moda online, pero al mismo tiempo intentan reducir el número de devoluciones y empiezan a ‘poner palos en las ruedas’ del consumidor para que se lo piense dos veces antes de devolver un pedido”, apunta Girotto.
Alternativas gratuitas
Lo que sucede en Amazon Fashion “no es normal porque en Lookiero no hacen eso”, apunta un internauta sobre el servicio de esta tienda online de ropa de mujer en la que las clientas sólo pagan por las prendas que se quedan, a diferencia del marketplace estadounidense.
Al mismo tiempo, hay numerosas empresas que, a través de la inteligencia artificial y la realidad virtual, ofrecen a los usuarios probadores virtuales para que vean cómo les sienta la ropa. Se trata de Choose My Model --de la multinacional Walmart--, Visuallook o Wanna Kicks, entre otras alternativas al fallido Prueba primero, paga después, que, en ocasiones, funciona al revés.