Sergio Aranda y Vanesa García acudieron a El Jalapeño, en Madrid. Ambos son amantes de la comida mexicana y era una buena ocasión para salir aquella noche por las calles madrileñas a degustar un plato originario de México. Para él, enchilada. Para ella, burrito. “¿Tienes un burrito norteño?”, preguntó García. “¿Eso qué es?”, respondió de “malas formas” el camarero que atendió su mesa. Aunque hay teorías sobre el origen de la receta, el burrito norteño está elaborado con los ingredientes originales de cuando se comenzó a hacer en el norte del país --frijoles, carne asada, guacamole y salsa de chile, envuelto en tortilla de harina--. “Que el empleado no tuviera ni idea de gastronomía mexicana ya me dió mala sensación, pero aún era pasable”, comenta Aranda a este medio. La historia continúa, los protagonistas sólo acaban de pedir.
Pasaron 45 minutos hasta que llegaron, finalmente, los platos a la mesa de la pareja. “La enchilada no era una enchilada, es que ni se le parecía. Además, algunas partes estaban frías y otras calientes. El pollo estaba por dentro seco y casi incomestible. Ni olía bien el plato en sí”, critica el cliente, que añade a Consumidor Global que el burrito que pidió su novia ni lo probó. “Tenía una pinta asquerosa y yo acabé con dolor de barriga”, resalta. “Estos restaurantes no deberían existir, y mucho menos decir que tienen gastronomía mexicana”, sentencia Aranda.
Si sabes de comida méxicana…
“Fui a comer comida mexicana a El Jalapeño y lo único que tiene de mexicano es el nombre. No vayan, es una trampa”, advierte María Dominguéz. Xulia Pereira también salió decepcionada del restaurante. “El guacamole se nota que es comprado, podrían tener tortillas de trigo (¿auténtico mexicano?), y la crepa con cajeta está recalentada, horrible. El guiso estaba muy sabroso, las cosas buenas sean dichas”, reconoce.
Para Omar Martínez, la comida era “0% mexicana”. Describe que el guacamole era congelado, no había tortillas de maíz y todos los platos estaban llenos de queso barato fundido”. No obstante reconoce, que sí que había cervezas mexicanas y que el personal fue amable. “Pero este restaurante no es recomendable si sabes lo más mínimo de comida mexicana”, subraya el cliente.
Sin auténtico sabor mexicano
“Teníamos ganas de probar este sitio desde hace tiempo y fuimos a comer”, señala Carolina Torres. “La comida no nos pareció rica ni con auténtico sabor mexicano. La carne al pastor estaba seca y tenía poco sabor, la piña era de bote, y no tenía cilantro, los chilaquiles tampoco nos gustaron y el guacamole no nos pareció que fuera natural. Supongo que sí no conoces bien la comida mexicana, puede pasar, pero conociéndola, no te gustará”, avisa la usuaria a través de TheFork.
Esteban Aguilera señala que la comida estaba recalentada en microondas. “Salsas de bote. Creo que pocas cosas son caseras en este restaurante. No compensa, ni siquiera con la promoción que ofrece la aplicación TheFork”, expone el joven. Sin embargo, ante estos comentarios negativos, el propietario de El Jalapeño, Ángel Díaz de León, se defiende y farda de las buenas valoraciones que acumula el local en TheFork, “la página gastronómica más importante”.
La postura de El Jalapeño
El precio medio de El Jalapeño es 20 euros por cabeza. Y lo cierto es que en la página TheFork tiene una puntuación de un 8,9 sobre 10. Díaz de León, ante las acusaciones sobre si la comida que sirve es auténtica comida mexicana comenta a Consumidor Global que “desgraciadamente hay gente que no tienen educación, cultura gastronómica y es inevitable que sean de esa forma”.
“Llevamos 13 años en TheFork y gozamos de una buena puntuación. A la gente le puede gustar menos o más la comida, pero tenemos comida casera mexicana y la cocinamos de la forma más respetable y más bonita. No creo que tengamos problema porque hay más de 1.500 opiniones a favor y felicitándonos por el trabajo de tantos años. La gente tiene derecho a opinar pero no a faltar al respeto porque ellos te comentan su versión”, expone el propietario,
“Hay gente que se cree que sabe de comida”
“Hay gente que se cree que sabe de comida y no saben ni lo que es un burrito norteño. No existe un burrito norteño porque el norte es muy grande y hay diferentes tipos de burritos. Lo digo porque mi madre es del norte de México”, matiza Díaz de León a este medio.
El propietario asegura que hacen comida auténticamente mexicana. “Vendemos nuestros tacos, nuestros nachos, nuestras enchiladas y nuestros chilaquiles con toda la receta mexicana y a la manera de cómo lo come un mexicano normal”, insiste. “No tenemos más pretensiones de que la gente pase un momento a gusto y que regresen a casa satisfechos. Hay muchas calificaciones de 10/10 de clientes. ¡Hacemos nuestra comida mexicana!”, sentencia el dueño de El Jalapeño.