Son casi las nueve de la mañana. En la calle Llull, en Barcelona, se encuentra un pequeño almacén donde EcoScooting, una empresa de envíos subcontratada por AliExpress, deja los paquetes a la espera de ser transportados con el fin de llegar a las manos de sus clientes. No obstante, la realidad sorprende a los transeúntes que observan cómo varios de los pedidos se encuentran a la intemperie, tirados por el suelo, exponiendo las direcciones de los compradores y generando una alta probabilidad de que pueda extraviarse o dañarse parte de la mercancía.
“En ningún caso es normal esto. Es agudo e inadmisible”, destaca con asombro Cristian Castillo, profesor de Economía de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) y experto en logística. “El problema de esta gestión de paquetería, que está toda tirada por el suelo, es que difícilmente va a poder ser óptima, porque ahora hay que ir mirando paquete por paquete a qué destino va y difícilmente se puede llegar a hacer una agrupación con relativo criterio”, añade. En mitad de la calle, al lado de un árbol, también hay una caja de cartón llena de pedidos. Un repartidor espera apoyado en el edificio de delante sin, aparentemente, hacerle mucho caso.
Poco espacio en las instalaciones
Tal y como describe Castillo, las imágenes son “dantescas”. Llegan las nueve y media de la mañana y un pequeño coche blanco aparca delante de donde se encuentran esos paquetes metidos en la caja a la vista de los paseantes. El repartidor tira lo que le quedaba del cigarro que se acababa de encender y se dispone a meter la mercancía en el vehículo. El maletero es demasiado pequeño por lo que los asientos de atrás se han quitado para agrandar el hueco. Una vez todo dentro, se monta delante y el coche arranca con rapidez. Al igual que ese maletero, la instalación donde deberían haber estado resguardados los paquetes también es bastante pequeña.
“No quisiera ser uno de los clientes que está esperando esa paquetería”, apunta el experto en logística. Para Castillo se trata de un problema grave de gestión. “Hace falta un local. Un centro que sí que permita poder hacer esa consolidación y, sobre todo, poder hacer de forma automática, por ejemplo, utilizando tecnología como la radiofrecuencia, que permita leer el destino de cada uno de estos paquetes e irlos agrupando de forma automática según esa gestión de rutas”, aconseja.
“No quiero tapar a estos sinvergüenzas”
Un repartidor de la competencia de EcoScooting, que lleva once años trabajando en la logística en Barcelona y que pide conservar el anonimato, critica cómo trabaja esta empresa. “No quiero tapar a estos sinvergüenzas. Exponen toda la información personal de la clientela al colocar los paquetes en la calle”, lamenta. El problema recae en el pequeño espacio del almacén. “Me quedé admirado de cómo una empresa puede hacer estas cosas, ya que sus instalaciones son pequeñas y no tienen espacio para capacitar al personal para distribuir la mercancía”, añade.
“Ojalá mañana no llueva, si no, no tienen donde separar la mercancía. Así de triste es la cosa”, comenta este empleado sobre los inconvenientes de dejar estos paquetes en el suelo a causa de la meteorología. Las horas de carga son desde las ocho de la mañana hasta las diez. “Están por ahí separando la mercancía. Hay otros que se lo llevan a sus puntos y buscan un árbol para poder gestionarlo”, resalta este repartidor de otra empresa ajena sobre lo que observa cada mañana.
AliExpress pide disculpas
Pese a que tanto este repartidor como Cristian Castillo, experto en logística, achacan la mala gestión al poco espacio en las instalaciones que obliga a los trabajadores a sacar los paquetes a la calle, AliExpress descarta que ese sea el problema. “EcoScooting trabaja incansablemente para ofrecer la mejor experiencia logística a los consumidores y aplica altos estándares de calidad a nuestros servicios”, señala el gigante chino tras ser interpelado por Consumidor Global.
“Este comportamiento no se debe a la falta de espacio sino a una elección individual que claramente no es aceptable de acuerdo con nuestros estándares”, defiende AliExpress, que asegura que, en estos momentos, están tomando “todas las medidas necesarias” para evitar que esto vuelva a suceder. Por último, pide disculpas a sus clientes. “Lamentamos las molestias que haya podido causar a nuestros usuarios”, reconoce. No obstante, tras reiteradas llamadas a EcoScooting, la empresa de paquetería no ha querido dar ninguna explicación a este medio.