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Aldro, la eléctrica más agresiva al captar clientes levanta ampollas: “Es una estafa”
Los consumidores se quejan de que esta comercializadora se hace pasar por Naturgy y de que anuncia descuentos en la factura de la luz que nunca llegan
La factura de la luz vuelve a congelar los hogares. Las previsiones sugerían que, a partir de primavera, la situación mejoraría, pero el conflicto en Ucrania oscurece las perspectivas. Y, donde hay necesidad, hay negocio: ante el cabreo y la desesperanza de los clientes, algunas empresas se aprovechan y anuncian ofertas demasiado suculentas para el usuario. Es el caso de Aldro Energía, una comercializadora eléctrica que ha recibido un aluvión de quejas.
Algunos expertos creen que podría deberse a que la empresa delega la captación de clientes en terceros. Pero el hecho de que Aldro no se entere (o no quiera enterarse) de cómo actúan algunos trabajadores no es una excusa que contente a los consumidores.
Aldro se hace pasar por Naturgy
El modus operandi de esta empresa consiste en fingir ser quienes no son. En Twitter, muchos usuarios explican que “se hacen pasar por tu compañía eléctrica”. Sara Ventosa, por ejemplo, escribe que Aldro Energía realizó el cambio de compañía sin su consentimiento a una señora de 75 años. “Periodo de facturación del 7 de diciembre al 1 de febrero, importe de la factura 458,84 euros. Chorizos y estafadores... ¿Qué hacemos?”, se lamenta en Twitter.
Pero Naturgy, una de las empresas a las que suplanta, ya está al corriente. Paula H. cuenta a Consumidor Global que sus padres recibieron una llamada desde Aldro haciéndose pasar por esta firma. Aceptaron una oferta que, supuestamente, implicaba una rebaja del 25 %. “Estuvieron 15 minutos leyendo las condiciones a tal velocidad que no se les entendía nada”, describe. A las dos semanas, Naturgy llamó a su madre para preguntarle por qué se habían dado de baja. Ésta, sorprendida, les dijo que no se había ido. Fue entonces cuando les confirmaron que varios clientes estaban en la misma situación porque una empresa se hacía pasar por ellos.
Facturas muy elevadas
La familia de Paula quería denunciar la situación, pero la respuesta de Naturgy “fue que ellos no podían hacer nada”, explica la afectada. Por esos pocos días que estuvieron con Aldro, la familia de Paula pagó alrededor de 35/40 euros.
“Nosotros pensábamos que estábamos ya con Naturgy, pero al mes nos llegó una factura de unos 620 euros de gas. Naturgy sólo había revertido el contrato de electricidad, pero no de gas, y no teníamos ni idea. Esto era el doble de lo que pagamos habitualmente”, cuenta. Además, hace poco les llegó una tercera factura de otros 335 euros. Y ya en ese momento decidieron denunciar. “Estamos haciendo un escrito y juntando todas las facturas”, relata esta afectada.
La postura de Naturgy
¿Hasta dónde tiene Naturgy margen de actuación? Fuentes de la compañía cuentan a Consumidor Global que es algo que puede pasar. Según explican, detectan casos de comercialización irregular de clientes cuando les llaman al fin de la relación contractual. “En estos casos, nuestro protocolo con el cliente es ofrecerle revertir la situación para que vuelvan a tener contrato con nuestra comercializadora, si así lo desean”.
No obstante, sugieren que, si no afecta a un gran número de clientes, tampoco se puede hacer mucho. “Si se pueden reunir pruebas suficientes, desde la compañía se puede llegar a denunciar”, señalan.
Prácticas demasiado extendidas
Laura Sierra, abogada especializada en Consumo de Legálitas, recuerda que cuando la compañía de la luz llama a un cliente suyo, no debería pedir información personal del mismo. “En teoría ya la tiene”, matiza. Además, hacerse pasar por otra entidad es “totalmente ilegal”, y reconoce que a veces las comercializadoras llaman presentándose como “tu empresa” para confundir al cliente.
Por otra parte, el consumidor tiene derecho a recibir el contrato por correo para revisarlo detenidamente y dispone de 14 días desde que dice que sí (en este caso, por teléfono) para echarse atrás y desistir del contrato. Por otra parte, a Sierra le chirría que Aldro conozca tanta información personal de las personas a las que llama. Depende de la manera en la que la haya conseguido, podría tratarse de vulneración de la protección de datos, apunta.
Llamar, fingir e insistir
“Aldro te llama, te dice que son de tu compañía (primero te la preguntan, porque no lo saben) y que ellos son simplemente la distribuidora”, explica a este medio Manuel L., otra de las víctimas. Describe que la empresa llamó a su casa por la mañana, y él se interesó por saber con quién hablaba su padre. Cuando su madre le respondió que con la empresa eléctrica, ya que se iban a cambiar, él quiso saber por qué.
Su madre le dijo que Aldro les ofrecía un 25 % de descuento “por fidelidad”, y entonces Manuel comenzó a sospechar. Tras una búsqueda en Internet, encontró testimonios de gente muy crítica con la entidad y frenó el traslado. “Se lo dijimos a la chica que estaba al teléfono y ella alegó que no eran una estafa, que la empresa existe de verdad, que son de las principales en España, que patrocinan al Racing de Santander, y que lo que sucede es que siempre escribe los comentarios la gente que está descontenta”, enumera.
Una estrategia de captación de clientes problemática
No obstante, Manuel no se fiaba, porque los comentarios reproducían lo que la comercial había dicho a sus padres. “Y en esos comentarios, la gente aseguraba que la luz el mes siguiente les vino carísima, algunos incluso el triple de lo que pagaban antes”, precisa. Sobre este tipo de servicios y ofertas agresivas, Eduardo Delgado, director del comparador Roams y experto en empresas energéticas, cuenta a este medio que hay comercializadoras que externalizan la captación de clientes a personas que no siguen ninguna ética.
“Es un signo de inmadurez por parte de la marca”, relata. Aunque sea ilegal, se trata, según Delgado, de un problema que puede darse en empresas pequeñas. Asimismo, él no cree que Aldro sea responsable al 100 % de lo que ocurre.
¿De dónde sacan los datos personales?
A Belén López le ocurrió exactamente lo mismo que a Manuel. “Me llamaron y se anunciaron como Aldro Energía, comercializadora de Naturgy (aunque eso es falso)”. Le dijeron que, por ser clienta, tenía automáticamente un 25 % de descuento sobre su factura. Para ganarse la confianza de los clientes, cuenta Belén, “te dicen todos tus datos: nombre, apellidos, dirección, el número de contrato de tu contador, cuenta bancaria… Cosa que me da bastante miedo porque no sé de dónde han podido sacar esa información”, expresa.
A continuación, la comercial leyó el contrato y le explicó que ella sólo tendría que decir sí a todo. “Obviamente, la lectura de ese contrato es tan rápida que no te da tiempo a pensar ni entender que te están diciendo”, critica López. Por suerte, relata, la comercial tuvo que hacer otra llamada y en esos 15 minutos que tardó en volver a llamar, Belén miró en Internet y encontró otros testimonios detallando la misma forma de actuar. “Así que cuando me volvió a llamar la chica para decirme si había enviado el SMS para confirmar todo, le dije que me lo había pensado mejor y no quería firmar, porque me iban a cambiar de compañía y me estaban intentando estafar”, precisa.
Muchos afectados en España
En ese momento, la comercial “se puso a la defensiva” y empezó a tratarla “como una tonta”. Belén finaliza el relato de su experiencia contando que, al no enviar el SMS, no ha recibido ningún cargo ni factura a nombre de Aldro Energía. Por los pelos.
Otros, como Chenso, no han tenido tanta suerte. Este usuario de Twitter denunció en la red social que le prometieron un descuento sobre sus facturas pasadas y que el resultado fue “un incremento en mi factura del 110%”, detalla.
Enfrentarse a una multa
Naturgy no es la única por la que se hacen pasar. En foros hay varios testimonios de personas a las que, a pesar de estar en la Lista Robinson, han llamado de esta firma diciendo ser de Iberdrola. Por ejemplo, María Navarro denunció en Twitter que se intentó cambiar de compañía y dejar Aldro, pero que la llamaron “inventándose que tenía que pagar una indemnización de casi 400 euros”. Y era mentira.
Eduardo Delgado cree que este tipo de acciones son “pan para hoy y hambre para mañana”: si la Comisión Nacional de Mercados y la Competencia (CNMC) los descubre, dice, podría sancionar a la empresa con una multa descomunal. “Practicarán estos engaños hasta que les pillen”, considera, además de apuntar que el proceso de captación de clientes siempre debe hacerse “con garantías”.
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