El Ministro de Consumo, Alberto Garzón, ha asegurado en una entrevista en la cadena SER que “el consumo no es una acción neutra y tiene consecuencias” palpables para el planeta, para las relaciones sociales y en materia de desigualdad.
En este sentido, se ha mostrado orgulloso de haber visibilizado “un problema muy serio” con las macrogranjas y ha afirmado que su Ministerio trata de “promover cambios de hábitos”. En esta línea, ha enumerado varios problemas asociados a esta industria: contaminación del suelo, del agua, olores que llegan poblaciones cercanas e impacto social. Asimismo, ha apuntado que la ganadería intensiva “destruye la ganadería tradicional”.
El papel de las macrogranjas
Garzón ha afirmado que las macrogranjas suelen ser “grandes empresas” que están en manos de “familias muy adineradas o de fondos de inversión”.
Y, más allá de la polémica con la carne, Garzón ha dicho en el programa Buenismo Bien que las actuaciones contra las casas de apuestas también han sido positivas. Ha definido estos negocios como “un problema social muy grave” que aún no se ha agotado.
Solución al problema de las casas de apuestas
“Hemos conseguido cerrar la válvula por la que nuevos jugadores entraban”, ha defendido el ministro, si bien ha admitido que los que ya jugaban y la sociabilidad asociada sigue siendo un problema. “Hemos construido ciudades que tienen más salones de apuestas que espacios verdes y de ocio saludable”, ha reprochado.
En cuanto a la posición del Ministerio a la hora de combatir la crisis ecosocial y el cambio climático, Garzón ha argumentado que la sociedad es consciente de “cómo el modelo de producción capitalista” ocasiona destrozos. No obstante, ha afirmado que la sociedad se dirige a un escenario de mayor polarización y de negacionismo climático.