Conocen los nombres, los apellidos, a veces incluso la dirección. Saben con qué compañía energética o eléctrica está el usuario y cuánto paga. En ocasiones trabajan al límite de la legalidad o se la saltan sin demasiados aspavientos: las empresas de telemarketing pueden ser una jungla. Y, aunque el consumidor esté en la Lista Robinson, le llaman y le llaman. Entre las que permiten que esta cadena telefonazos y molestias funcione está la española Aire Networks del Mediterráneo.
Pablo Vicente cuenta a Consumidor Global que lleva “meses” recibiendo cada poco tiempo “llamadas de teléfono de servicios de telemarketing. Si no son los que descuelgas y no te contestan, son los que te llaman para ofrecerte algo”, protesta. Una vez, mientras le explicaban qué querían ofrecerle, Vicente buscó en internet el número llamante. “Me salieron resultados que habían sido denunciados por spam. Se lo dije a esa persona y me colgó inmediatamente, ni siquiera intentó defenderse o explicar que se trataba de un error”, relata.
“No saben para qué se usan dichos números”
“Al final detecté que la mayoría de estos teléfonos empezaban por 910886 y en internet vi que la empresa que gestionaba estos teléfonos era Aire Networks. Tenía curiosidad por saber qué empresa era y dónde estaba situada”, afirma. Vicente se encontró con muchas esas reseñas negativas “y la pobre excusa de la empresa”, indica, “de que ellos no saben para qué se usan dichos números de teléfono”.
Esta es la clave: Aire Networks es un mero intermediario, el prestador del servicio. Desde España (las oficinas centrales de la empresa perteneciente al Grupo Aire --dirigido por Raúl Aledo-- están en Elche, pero también tienen una sede en Madrid y otra en Valencia) prestan la infraestructura necesaria para que otros hagan el trabajo sucio que encarga un gigante (que puede ser Movistar, Vodafone o Endesa). Así lo han explicado alguna vez a la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) cuando se han visto inmersos en algún asunto turbio, como una portabilidad no deseada o un bombardeo de llamadas por parte de MásMóvil, tal y como publicó este medio.
Cambios de compañía
A Vicente, explica, le llamaban para ofrecerle un cambio de compañía eléctrica o de operadora de telefonía. “Ese tipo de cosas”. No obstante, no precisa empresas concretas porque hace un tiempo que ya ni siquiera descuelga. Antes sí respondía para saber en nombre de quién llamaban y poner una denuncia a la AEPD, pero no lo considera efectivo. “Como me han rechazado varias y veo que no sirve para nada, ahora ni me molesto”, reconoce.
Aire Networks se dedica a muchas cosas. Tal y como recoge la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), entre otras actividades lleva a cabo “reventa del servicio telefónico fijo” o “reventa de capacidad de transmisión/circuitos”. Y sus métodos también tienen eco, en forma de críticas, en redes sociales. “Me llaman de un número móvil intentando estafarme con el suministro eléctrico. El número pertenece a un cliente de la compañía Aire Networks del Mediterráneo. ¿Qué puede [hacer] una compañía de telefonía con un cliente que utiliza una de sus líneas así?”, preguntaba una persona en Twitter el pasado abril.
“Proveen sus números de teléfono a clientes que se dedican a hacer spam”
En la misma línea, otro tuitero citó a LCRCom, una compañía perteneciente al grupo Aire, denunciando que “proveen sus números de teléfono a sus clientes que se dedican a hacer llamadas spam”. Además, añadió que “hace poco se han mudado a la zona de Suanzes (Madrid), empezando de cero con todas sus reseñas en Google, puesto que tenían muchas quejas de gente que recibía llamadas de spam provenientes de estos elementos. Algo tienen que esconder...”.
En el portal Nice Local también se da caña a Aire Networks. “Como se vuelva a repetir el acoso de hoy, os meto una demanda”, escribe una persona. “Toda la semana llamando desde diferentes números… Todos los comentarios dicen lo mismo… Basta ya de realizar llamadas a números personales sin consentimiento y basta de decir que vuestra empresa no hace este tipo de llamadas”, criticó otra persona. Una tercera añadía que esto era “inaceptable”.
Un actor destacado
Aire Networks no es un jugador pequeño dentro del ecosistema de los operadores de telecomunicación. Al contrario. Importantes universidades españolas tienen alianzas con el grupo y ofrecen a sus alumnos prácticas en la empresa; que es un miembro destacado de la Asociación Nacional de Operadores de Telecomunicaciones y Servicios de Internet (AOTEC).
De hecho, el pasado mes de marzo patrocinó la Feria Tecnológica AOTEC 2023. La entidad describía a Aire como el “operador mayorista de referencia en España”. Incluso un año antes, en 2022, le otorgó un premio por su “Contribución a la Conexión entre persona”. Ahora bien, esta conexión a veces es simplemente un par de gritos y algún resoplido.
Entramado de subcontrataciones
Gonzalo Oliver es especialista en Privacidad, Ciberseguridad y Protección de Datos, además de socio de la Asociación Española de Delegados de Protección de Datos. Este experto reconoce que Aire Networks y empresas por el estilo, al alquilar sus líneas a terceros, favorecen que se “forme un entramado de subcontrataciones” que hace difícil “saber quién realmente está ofreciendo la publicidad”.
Precisa Oliver que la mayor parte de las reclamaciones que llegan a la AEPD (15.000 el año pasado) son, precisamente, por publicidad comercial. En esas contrataciones para las llamadas, relata, es importante que se firme un documento que regulará el procesamiento de información, el contrato de tratamiento de datos. “Imaginemos que a alguien le llama un teléfono. Le dice que son de Movistar, pero el que llama no es Movistar”, indica Oliver, quien recuerda que se puede rastrear a quién pertenece realmente un número en el Registro de Numeración de Telecomunicaciones de la CNMC.
La defensa de Aire
Este medio se ha puesto en contacto con Aire para preguntar por su relación con las empresas de telemarketing que hacen spam. Desde el grupo señalan que la suya es una empresa mayorista de telecomunicaciones que “en ningún caso realiza llamadas comerciales en nombre propio o ajeno y ni mucho menos realiza ninguna práctica que pueda ser ilícita”.
Añaden también que están “firmemente comprometidos con los principios de integridad y cumplimiento en el desarrollo de nuestras actuaciones” y que siempre colaboran con las autoridades “para perseguir todo tipo de prácticas que se puedan desviar del marco legal vigente”.
Colaboradores en las investigaciones
“Por lo que respecta a la aparición de nuestra empresa en algunas resoluciones de la Agencia Española de Protección de Datos, aparecemos como colaboradores en las investigaciones pero no como parte reclamada. Cumplimos diligentemente con nuestro deber de colaboración en las ‘actuaciones previas’ de investigación, facilitando toda la información que nos sea solicitada, a fin de lograr una mejor determinación de los hechos y circunstancias que justifiquen el inicio y tramitación de un posible procedimiento sancionador al responsable”, alegan.
Por último, resaltan que en su web disponen “de forma accesible y transparente” de un canal de denuncias donde los usuarios pueden hacerles llegar “cualquier hecho que pudiera ser considerado delictivo o que infrinja cualquier tipo de legislación, incluida la relativa a protección de datos”.