En el diccionario de la Real Academia Española (RAE), la palabra fantasma tiene varias acepciones. La quinta habla de “persona envanecida y presuntuosa”. La sexta hace referencia a lo amenazante, y la séptima recoge “aquello que es inexistente o falso”. Muchos envíos de paquetería lo son. Por desgracia, sucede con Correos, con Seur, con Vamox… Y con Ecoscooting Delivery, una empresa de envíos que en su web presume de “flota ecológica”, con vehículos ligeros que pretenden “garantizar entregas rápidas” y son “en la medida de lo posible ecológicos, para cuidar el medioambiente”. No obstante, de poco sirve que la moto sea eléctrica si no es capaz de llevar el pedido a su destino.
Es algo que denuncian decenas de clientes, que, además, ya no saben cómo contactar con la compañía: EcoScooting ha borrado su cuenta de Twitter, que era la última vía para apelar a los responsables y recibir instrucciones o, al menos, un mensaje tranquilizador. En Trustpilot, la empresa tiene más de 270 opiniones, y el 90 % califica los servicios de la firma como muy malos. Se suceden palabras como “fracaso”, “vergüenza” o “estafa”.
Mails a nombre de otra persona y paquetes a otra ciudad
Enrique González relata a Consumidor Global que recibió un mail de EcoScooting a nombre de otra persona. “Me dijeron que entregarían el paquete al día siguiente, y que pinchase un link si quería modificar la fecha. Me extrañó, pero como el número de seguimiento era correcto, lo dejé pasar. Al día siguiente, al despertar, vi un mail en el que se decía que el paquete había sido entregado”. No era cierto, así que González intentó contactar con la empresa, que no contestó a pesar de llamar a sus teléfonos “cerca de 30 veces”.
Después, González revisó el estado de su envío y vio que lo habían entregado en Barcelona, y no en Jerez de la Frontera, donde debía llegar. Contactó con el vendedor, AliExpress, desde donde aseguraron que revisarían lo ocurrido. Después, Ecoscooting se puso en contacto con González, quien pidió un comprobante de entrega. Se lo enviaron, así que se alegró… hasta que vio que venía con los datos de la otra persona. “Con su DNI, su dirección y su teléfono. La Ley de Protección de Datos se la han pasado por el forro. Llamé al chico y me dijo que a él le habían entregado un paquete con ese número de seguimiento, pero el contenido era el de un pedido que él había hecho”. La conclusión de González es que está sin un envío que le costó 70 euros “y sin saber dónde reclamar”.
AliExpress trabaja con un repartidor que no sabe dónde reparte
El caso de Mario Domínguez no tiene nada que envidiar al de González en cuanto a extravagancia. Hizo un pedido a mediados de julio, también en AliExpress, y un mes más tarde, al no haberlo recibido, contactó con la responsable del transporte, EcoScooting Delivery. “Me dijeron que no se había podido hacer la entrega porque ellos no repartían al código postal indicado. Aquí viene ya la primera mala gestión: ¿por qué AliExpress envía un paquete a un transportista que no reparte en ese código postal, y por qué la empresa de transporte no me lo comunica y tengo que ser yo quien se mueva para enterarse?”, protesta.
Intentó tramitar la devolución, AliExpress pidió un justificante formal para corroborar que EcoScooting, su propio aliado, no vendía allí y el vendedor “se lavó las manos”. Mails, llamadas e impotencia. Pero a Domínguez le urgía tener ese producto, así que volvió a pedirlo al mismo vendedor. “Voy haciendo el seguimiento de ese segundo envío y veo que es la misma empresa de transporte, y ya me empiezo a temer lo peor”, describe. Optó por quejarse en Twitter, porque creyó que sería lo más efectivo, y pareció surtir efecto.
“Es un despropósito todo”
Les explicó lo rocambolesco del asunto (dos paquetes en camino y el desconocimiento total por parte de Aliexpress) y, tras “toda una mañana hablando con ellos, localizan el envío que se perdió en julio y que estaba a la espera de ser devuelto a AliExpress. Me dicen que pueden enviarlo a una serie de códigos postales, pero no al mío, y tengo que consultar a un conocido si le pueden enviar el paquete a su casa”. Aún no ha llegado.
El que sí lo ha hecho es el segundo pedido. “¿Cómo es posible que el segundo sí y el primero no? ¿No se supone que no repartían en mi código postal? Es un despropósito todo, y lo peor es que es el consumidor quien tiene que estar gestionando ambas partes (la del vendedor y la de empresa de transporte), cuando deberían ser ellos quienes cruzaran la información y se hicieran responsables de tener actualizado el estado del pedido en todo momento”, recalca. Este medio ha intentado en repetidas ocasiones ponerse en contacto con EcoScooting Delivery, sin éxito al término de este reportaje.
Pedido en camino que se marca como entregado
EcoScooting también le extravió un paquete, de nuevo, de AliExpress, a Javier del Pino. Lo que más le mosquea es que el envío apareció como entregado. “A mí no me cogieron el teléfono ni me contestaron en ningún momento para darme una solución. Además, estuve revisando el localizador en tiempo real que llevan los repartidores y me saltó el pedido entregado cuando el repartidor estaba a unos 10 minutos de mi casa en coche”. Ante este panorama, ha llegado a sospechar que los repartidores se quedan con los paquetes. “Son muchos casos donde aparece entregado o destinatario ausente y los envíos nunca llegan”, desliza. Puso la disputa a AliExpress, y su decisión fue no devolver el dinero. Así que no tiene el artículo que pidió ni su importe.
Javier del Val define el servicio de EcoScooting como “desastre”. Él, profesor de universidad, pidió que le enviaran un paquete a la facultad. La primera vez parecía no ser la primera vez: le dijeron que ya habían intentado realizar la entrega con anterioridad, “de lo que no tengo noticia”, apostilla. Esperó a lo largo del día (“la facultad está abierta de 7:30 a 22:00”, precisa) y nada. Al día siguiente, descubrió con asombro en la web del seguimiento que “ponía que la entrega se había vuelto a intentar, y como no había nadie lo devolvían al remitente. Flipo”.
Llamar 30 veces sin respuesta
Así, del Val les llamó (“una vez, dos veces… treinta veces”) pero el contestador siempre decía lo mismo: que los operadores estaban ocupados. Les escribió, sin éxito. Finalmente, una pista: “Según el enlace, tienen el pedido en sus almacenes a la espera de devolverlo al remitente. Pero, al mirar la dirección que tenían para entregarlo, descubro que está mal puesta”, narra Del Val, quien ya ha recurrido a Paypal y a AliExpress. “Me huele a que alguien se va a quedar con mi dinero”, lamenta.
Alberto López cuenta que ha comprado varias veces en AliExpress y el reparto ha recaído en EcoScooting más de una. “Todas he tenido algún que otro pequeño quebradero de cabeza”, reconoce, aunque “hasta ahora había recibido todos los pedidos, aunque fuese con pegas”. La última es la más gorda: el repartidor llamó un viernes por la mañana, pero López tenía el teléfono apagado, porque era muy temprano. Se intentó al día siguiente. “Por supuesto, el sábado nadie contactó con nosotros. Y el lunes nos llegó una notificación de que se devolvía el paquete por haberlo intentado entregar dos veces y no recogerlo. La primera vez que intenté contactar con EcoScooting fue un infierno, ya que no encontraba ni web, ni teléfono, ni correo. Google no arrojaba ningún resultado válido”, recuerda. “Lo peor de todo es que AliExpress se desentiende de esto”, afirma. “Se me ocurrió que quizá en Twitter me atenderían y así fue, tras un mensaje a su cuenta me contactaron por MD y conseguí que revisaran mi caso. Algo más de una semana después he vuelto a intentar contactar con ellos y la cuenta ha desaparecido. Me temo que se han esfumado y nunca obtendré mi pedido”, concluye.