Ya hace unos años que la bañera dejó de ocupar lugar para dárselo al plato de ducha. También dejaron de tener presencia aquellas cortinas con embarazosos dibujos que daban repeluzno cuando chocaba con la piel. Ahora las mamparas son la orden del día, pero esta moda ya asentada, trae más engorro a la hora de limpiar. Por ello, hay una tendencia que también hará que le digas adiós a las labores de mantenimiento.
Las mamparas se pueden encontrar con estilos muy diversos, ya sean translúcidas, transparentes, con motivos o zonas de color, con adornos, etcétera, de manera que se pueden convertir en un elemento decorativo más del hogar. Sin embargo, no todo es positivo.
Las partes no favorables
La mampara tiene algunos puntos que no son tan favorables y que conviene conocer. Esto se debe a que proporcionan un espacio prácticamente sellado por completo al ducharse, dejando que solo la parte superior esté sin tapar e incluso ni eso, lo que provoca que aparezcan humedades en las paredes del baño.
A este inconveniente hay que sumarle las manchas de cal en el cristal de la mampara, que en función del agua del lugar serán más o menos abundantes, así como las manchas de champú o jabón que se salpican durante la ducha. A pesar de que las mamparas son muy estéticas, lo son cuando están limpias, y esto hace que sea necesaria una atención y limpieza casi diaria, al menos si se quiere que muestren un aspecto impoluto.
La mejor alternativa
Existen diferentes trucos y recomendaciones para conseguir que las mamparas se encuentren siempre en perfecto estado, ya sea optando por productos limpiadores específicos o por remedios caseros. Sin embargo, ahora hay una nueva tendencia que arrasa y que permitirá decir adiós a la mampara de ducha.
Para no tener que limpiar la mampara a conciencia cada día, la mejor opción es no poner mampara en el cuarto de baño. De hecho, las últimas tendencias en diseño de interiores recomiendan optar por un enfoque más minimalista, prescindiendo de las puertas acristaladas y, en su lugar, apostar por muros separadores.
La tendencia
Cada vez son más quienes apuestan por esta opción a la hora de reformar sus cuartos de baño, ya que de esta forma se puede aprovechar el propio diseño de esta estancia y creando un espacio para el plato de ducha que evite las salpicaduras. Los medios muros son una opción para quienes prefieren tener más luminosidad a costa de una menor cobertura, si bien hay que tener mucho cuidado para evitar que pueda llegar a salpicar demasiado.
Otras opciones son los separadores, que desempeñan una función similar a la de los muros, pero en este caso con la gran ventaja de que evita afrontar unas obras más importantes. Además, los separadores sirven para jugar más con el diseño, al mismo tiempo que aportan un mayor minimalismo en el baño.