El aceite de oliva está más caro que nunca. Esta es, probablemente, una de las noticias más repetidas. Las categorías virgen extra y virgen son las que más se han encarecido. Con el AOVE rozando los 10 euros el litro en la mayoría de los supermercados, buscar otro tipo de oro líquido es casi una prioridad.
Entre mayo y agosto de 2023, las ventas del aceite de oliva de orujo se han incrementado un 19%. Así lo reflejan los datos de la Asociación de Industriales Envasadores y Refinadores de Aceites Comestibles (Anierac). Esta subida coincide con el crecimiento de precios de los aceites de oliva. Una prueba irrefutable de que el de orujo se presenta como la alternativa al virgen extra. Pero, ¿es igual de saludable?
El precio del aceite de orujo al alza
El litro de aceite de orujo es un 50% más barato respecto al AOVE. Una información que aporta el propio director de la Asociación Nacional de Empresas de Aceite de Orujo (ANEO), Joaquín López. No hay que pasar por alto que el coste de este tipo de aceite también ha ido subiendo a lo largo del 2023. Según los datos aportados por el directivo, la campaña del aceite de orujo comenzó con precios entre 3,80 euros y 4,20 euros por litro.
En la actualidad, esos precios escalan a los 4,5 y 5,5 euros por litro. Aunque es una subida inferior a la del AOVE, lo cierto es que el consumidor también paga más por la categoría de orujo. El director de ANEO subraya que la producción de este tipo de aceite es de unas 130.000 toneladas. En cambio, en la última bajó a unas 96.000 toneladas y, las previsiones para esta campaña siguen siendo a la baja: de 80.000 a 85.000 toneladas. ¿Por qué? Hay una clara escasez de aceitunas debido a la sequía, entre otros motivos.
Diferencias con el AOVE
Susana Romera, directora técnica de la Escuela Superior del Aceite de Oliva (ESAO) lo deja claro. "El AOVE y el aceite de orujo son dos tipos diferentes de grasa que varían significativamente en términos de su proceso de extracción y composición nutricional", explica a Consumidor Global. Esta experta establece las diferencias en tres aspectos: proceso de obtención, contenido en ácidos grasos y antioxidantes.
El AOVE es un aceite que se obtiene directamente del jugo de las olivas. El de orujo pasa por un proceso de refinación. En cuanto a los ácidos grasos el virgen extra presenta un porcentaje mayor respecto al de orujo. Un fenómeno que se repite con los antioxidantes.
La refinación, ¿aliada o enemiga?
Las diferencias nutricionales son notables pero no escandalosas. Es decir, el aceite de oliva de orujo mantiene un perfil nutricional similar al AOVE y, actualmente, es una opción más económica. Así lo destaca a este medio Marina Diana, tecnóloga en alimentos y doctora en alimentación y nutrición.
Ciertamente, cuando un aceite viene acompañado del adjetivo "refinado", hay una connotación negativa. "Lo único que se consigue con la refinación es eliminar sustancias que no se necesitan y mantener las que sí interesan", insiste la experta. Diana recalca que la refinación del orujo consigue mejorar su calidad comercial y nutricional. "El 99,2% de los aceites consumidos en el mundo son aceites refinados", argumenta.
Un aceite a base de restos
De todo un olivar, solo se necesita el 20% de sus aceitunas para elaborar el AOVE, el virgen y el de oliva, tal y como explica Marina Diana. El 80% restante es lo que se conoce como alperujo. Son las sobras de las olivas: la piel, los huesos o los restos grasos. Es con este excedente con el que se fabrica el aceite de orujo.
¿El resultado? Un aceite con un sabor neutro que funciona muy bien para freír. "Resiste mucho mejor a la oxidación y disminuye la absorción de grasa", explica la experta. Además, el sistema de aprovechamiento que se realiza con la oliva, la convierte en "una materia prima con un valor diferencial medioambiental", según detalla la doctora.
¿Es un buen sustituto al AOVE?
Susana Romera y Marina Diana coinciden en que el aceite de orujo es siempre mejor alternativa que cualquier refinado de semillas. Por ejemplo, el de girasol. La primera de ellas tiene claro que el AOVE es irremplazable. "Se trata de una categoría de más calidad y tiene un perfil aromático y particular así como su perfil nutricional", sostiene. Para la directora técnica de ESAO el aceite de orujo es un buen producto para freír o para sustituir al aceite de oliva común. "Ni virgen ni extra", aclara.
Marina Diana considera que es una buena alternativa. Además de ser más económico, consigue mantener una composición nutricional muy similar al AOVE. La doctora en alimentación recalca que después de la refinación, se añade entre un 5-10% de aceite de oliva u oliva virgen al aceite de orujo. El resultado final es un producto útil para cocinar reservando el virgen extra para tomarlo en crudo.