Loading...

El sufrimiento detrás de la peletería: “Un abrigo de piel de granja ‘cuesta’ 60 visones”

Las organizaciones animalistas ponen el foco en la agonía de los animales, mientras que la industria apela a su cara más sostenible (y exclusiva)

Juan Manuel Del Olmo

Una mujer se prueba un abrigo de piel / FREEPIK - @senivpetro

TVE emitió, durante cinco temporadas, Maestros de la costura, un programa sobre confección de moda que algunas noches cosechó datos de audiencia notables para el ente público. Entre camisas, puntadas, risas, consejos y estilismos varios también se coló alguna polémica: hace un año, el Partido Animalista PACMA presentó un escrito en el que solicitaba a TVE que no utilizase pieles de animales en sus programas para evitar promover su consumo. De este modo, un programa más o menos blanco se tiñó de los tonos oscuros propios de una realidad más o menos invisibilizada: la del sufrimiento de unos animales que viven y mueren para ser ropa.

Dos concursantes rechazaron utilizar este material en una prueba, lo que avivó el debate en España. Hoy, un año después, los ataques contra el sector continúan mientras este trata de explicarse y mostrar que no todo es blanco o negro. Pero las batallas se siguen librando: desde PACMA rechazan que los animales destinados a la peletería hayan sido excluidos de la Ley de protección Animal.

Un material “innecesario”

Diego Nevado, miembro del colectivo València Animal Save, explica a Consumidor Global que en su organización han llevado a cabo una campaña para pedir el fin de la industria peletera. Sin medias tintas. “Lo hicimos porque somos un colectivo antiespecista que lucha por la liberación de todas las especies”, declara.

Una mujer con un abrigo de piel / PEXELS

Este activista resalta la importancia de una Iniciativa Ciudadana Europea que persigue este mismo objetivo y ya ha superado el millón y medio de firmas. Esto, cree Nevado, revela que, estadísticamente, la mayoría de la gente considera innecesario usar a los animales para la industria peletera. El de la necesidad es uno de los grandes debates. Comer es necesario. ¿Vestirse de determinada forma lo es? Algún trabajador del sector podría alegar que, para él, su granja de animales es necesaria, porque es su modo de vida. Y alguien que viva cerca de una granja podría alegar que no es necesaria, sino perniciosa, porque contamina el medio. 

26 granjas de visón

En un artículo publicado hace unos meses, El Plural analizaba el último informe de situación publicado por el Ministerio de Agricultura, en el que se recoge que en España existen 26 granjas de cría de visón americano activas, 24 de las cuales están en Galicia. El visón es el animal que más se utiliza, pero no el único. En julio de 2020, El País hablaba de la existencia de 35 granjas, así que esas otras 11 corresponden a otros animales, como chinchillas. En total, según la entidad animalista AnimaNaturalis, cada año se crían en España unos 750.000 animales en granjas que son destinados a la peletería.

No obstante, como en todos los sectores, hay diferentes calidades. Desde la Spanish Fur Association defienden la importancia del sello Furmark, un “completo sistema global de certificación y trazabilidad de pieles naturales que garantiza el bienestar animal y los estándares medioambientales”. Este sello está sujeto a la evaluación “de terceros”, y hay más de una docena de marcas españolas adscritas. Con Furmark, quien quiera comprar piel y tener la tranquilidad de que su prenda no ha comportado la agonía de ningún animal, puede hacerlo. Pero tiene un precio, al igual que lo tiene comprar huevos ecológicos o maquillaje no testado en animales.

Jaulas “extremadamente pequeñas”

“Los visones son los animales que más se crían en granjas de pieles. Solo Dinamarca produce 17,8 millones de pieles al año. Están confinados en jaulas extremadamente pequeñas, algunas de solo 20 centímetros de ancho. Van de un lado a otro y es completamente antinatural”, relata Nevado. “Lo único que pueden hacer es darse la vuelta sin dar ni un solo paso con el estrés que provoca el confinamiento de por vida y cautiverio, autolesionándose o comiéndose a sus crías. Las hembras se manipulan para ser más fecundadas y producir más”, expone.

Un zorro / PEXELS

Estas malas condiciones tocan la fibra de la sociedad. Desde València Animal Save, cuenta Nevado, han comprobado la implicación de la gente tras lanzar la web sinpieles.eu y realizar acciones informativas sobre la “crueldad” detrás del sector. A nivel mundial, estima Nevado, la industria causa la muerte a más de 140 millones de animales silvestres. 40 millones son criados en granjas, pero muchos otros mueren al ser cazados y después desechados.

20 zorros para un abrigo de piel

“Cada prenda elaborada con piel de animales silvestres esconde la muerte innecesaria”, afirma. Uno de los sistemas más duros, explica el activista, es la trampa Leghold, ideada para cazar zorros. Está prohibida en unos 60 países, pero aún es muy popular en Estados Unidos. “Por cada abrigo comprado de esa piel, 20 zorros quedan atrapados”, indica Nevado. Al hacerlo, sufren daños en la dentadura por “intentar morder desesperadamente el metal”. Otros, al intentar escapar, pueden “empujar, torcer y mover la pata, hasta amputársela”.

Según los números que maneja Nevado, estas cifras son mucho más elevadas en el caso de los abrigos de visón. “Un abrigo de piel de granja cuesta 60 visones. El estrés producido por las jaulas les lleva a autolesionarse y produce la muerte del 20 % de las crías”, indica. Además, muchas mueren de forma dolorosa por descargas eléctricas o gases letales, “cuando no se les retuerce el cuello de forma manual”, dice Nevado. “De todas formas, no hay forma humanitaria de matar a alguien que no quiere morir ni ser criado para un fin horrible como este”, añade. “¿Qué clase de sociedad puede mirar a otro lado sabiendo todo esto y que no es necesario vestirnos de animales?”, alega.

Un abrigo / PEXELS

Sin respuesta de Agavi

Este medio ha contactado con la Asociación Nacional de Criadores de Visón (Agavi) para pedir información y que, de este modo, la entidad pueda matizar los datos sobre la cría y el sufrimiento de sus animales que aportan las organizaciones animalistas, pero Agavi no ha respondido.

Sin embargo, Mark Oaten, director general de la Federación Internacional de Peletería, explica a Consumidor Global que “al grupo antipieles le resulta muy fácil conseguir firmas para cualquier petición. Siempre están muy motivados y es más fácil estar en contra de algo que firmar a favor”.

“Grandes compradores extranjeros”

A juicio de Oaten, la peletería en España está en una buena posición a día de hoy “y los minoristas han tenido un buen periodo invernal. Uno de los problemas es la falta aún de los grandes compradores extranjeros que vienen a España y que tras el Covid viajan menos; y a las sanciones rusas, que todavía tienen impacto”, resalta.

Sobre el reciclaje de prendas, el dirigente de la patronal afirma que “la piel es un artículo sostenible y uno de los puntos más interesantes de la peletería es que pasa de generación en generación, a diferencia de las mal llamadas pieles falsas que no son piel, sino sintético; con lo cual un derivado del petróleo, que suelen acabar en vertederos y que suelen durar una temporada”.