Los mitos con los que uno ha crecido van cayendo poco a poco. ¿El último? El zumo de naranja. Javier Fernández Ligero, farmacéutico y nutricionista, considera que "ha cambiado bastante el concepto global de desayuno". Según este experto, la sociedad se había "'acostumbrado" a tirar de los hidratos de carbono como sustrato energético desde primera hora del día. Muchas madres y padres aconsejaban beber de buena mañana un vaso de zumo de naranja para aprovechar al máximo el chute de vitaminas que este comportaba.
Pero esto no es lo más indicado. ¿Por qué? Fernández aclara el misterio: "Cuando exprimimos una naranja, la fibra se queda casi por completo en los restos de la pulpa mientras que el contenido en fructosa, el azúcar natural de la fruta, permanece intacto". La idea tampoco es no demonizar a los hidratos de carbono: "No son malos de por sí pero hay que saber contextualizarlos de forma correcta", advierte este especialista.
Ni el natural, ni el casero
“Hay que desmitificar el zumo, tanto industrial como casero”. Habla Beatriz Robles, divulgadora científica y tecnóloga de los alimentos. A juicio de Robles, a nivel nutricional son muy parecidos y exprimirlo en casa no evita la cantidad de azúcares que lleva el brebaje.
“Los zumos contienen azúcares libres, y las piezas de frutas, intrínsecos”. Los primeros son mucho más nocivos, ya que son más directos, en cambio, los segundos --los intrínsecos-- “interactúan con otros nutrientes, como la fibra, que prolonga la absorción de azúcares”. Por lo tanto, jamás se podrá comparar un zumo con una pieza de fruta, ya que a nivel químico distan mucho. De hecho, hay algunos profesionales que hasta han apuntado que consumir dos vasos de zumo al día puede llevar a engordar hasta cinco kilos al año.
Fruta entera mejor
Los expertos aconsejan, "optar por las frutas con un índice glucémico bajo. ¿Cuáles? Los frutos rojos, como los arándanos, las moras o las frambuesas que, además, gracias a su gran contenido en antioxidantes, van a beneficiarnos mucho en el perfil del foco cognitivo, mejorando nuestro rendimiento intelectual".
La piña y la papaya, además de tener unos niveles de fructosa menores, "nos aportan unas enzimas llamadas papaínas que, además de ser antiinflamatorias, favorecen la digestión".
¿Cuál es el mejor momento del día?
El mejor momento del día para tomar fruta o un zumo, en el caso que se desee zumo ese día, "es antes o después de hacer ejercicio", como corrobora el especialista. Así "damos a nuestro organismo una dosis de fructosa que nos proporcione un pico de energía que no vamos a utilizar, ya que nos vamos a pasar cuatro o cinco horas sentados en nuestro puesto de trabajo o en el colegio".
Además, "lo que buscamos con el desayuno es estar saciados hasta el almuerzo, una sensación que el zumo, al no tener apenas fibra, no nos va a proporcionar".