Cuando uno se adentra en el mercado de la Boqueria de Barcelona sabe que se puede encontrar casi de todo. Turistas de cualquier nacionalidad, paradas con insectos comestibles, tiendas de casquería –ya casi obsoletas en la mayoría de mercados– y hasta una carnicería vegana. Pero entre todos los puestos llama la atención del transeúnte un cartel que dice “viagra natural” junto a unas especias y frascos de cristal con calaveras mexicanas.
Esta viagra natural está hecha a base de Carolina Reaper, el alimento más picante del mundo, según la escala Scoville. Pero, ¿funciona el picante como estimulador sexual? ¿Es una realidad o un mito?
La viagra natural de la verdulería Soley
Jaume Soley es el propietario de la parada de la Boquería que vende la viagra natural. El comerciante no pretende engañar a nadie y señala sobre su viagra que “no tiene ninguna base científica, pero todo el mundo sabe que las especias son afrodisíacas”, explica. A su parecer, que el miembro masculino no funcione en determinadas ocasiones, responde más a cuestiones anímicas que fisiológicas. “Y el efecto placebo es muy efectivo”, subraya.
Sus peculiares viagras son, nada más y nada menos, que salsas picantes. Se venden en botes de cristal y, aunque se puede comprar sólo un frasco, Soley recomienda adquirir el pack de dos –por 15 euros–. “Preparo lotes y pongo una salsa muy picante y otra más suave, así se compensan”, incide el comerciante. Hay diferentes sabores, la más picante es la Carolina Reaper, después está la Trinidad Moruga Scorpion, la Bhut Jolokia, la Naga Morich, la que lleva Habanero, la versión Peperoncino Italiano y, por último, la Ají. “Y que cada uno se lo coma cómo quiera o cómo pueda”, bromea Soley.
¿Realidad o mito?
“Una copa de vino te puede producir el mismo efecto que esta viagra”, sostiene Alicia Ridao, psicóloga especializada en sexología. Esta experta insiste en que, vender viagra en un mercado, es como “buscar ibuprofenos en un chiringuito de playa”. Según ella, por mucho picante que uno añada en su comida “no se acabará con la disfunción eréctil”.
A su juicio, el efecto placebo puede ayudar, de hecho Ridao comenta que en un 30 % de las veces funciona, pero no es la forma de combatir el problema. Asimismo, explica que la mayoría de situaciones de impotencia sexual se deben a la ansiedad. “Rara vez es por un tema fisiológico”, corrobora.
Ningún alimento funciona como una viagra
“No hay nada en la alimentación que funcione como una viagra”, incide Santiago Campillo, biólogo y divulgador científico. “Pero menos mal, porque habría muchos más problemas de priapismo”, añade. El priapismo es, para quien no lo sepa, una erección prolongada. “Si dura más de cuatro horas puede ser muy peligrosa e incluso provocar la muerte”, señala Ridao.
Asimismo, Campillo sostiene que llamar viagra al producto de la Boqueria “es un error y responde a una estrategia comercial”. Según él, las únicas especias que activan la líbido y que están científicamente comprobadas son el azafrán y el jengibre. No obstante, Campillo corrobora que el picante se considera afrodisíaco. “Hay estudios científicos que lo demuestran, pero sólo en aquellos hombres que genéticamente tienen más testosterona”, concluye.