La pasta es un ingrediente amado por la mayoría de comensales. Su versatilidad y sencillez hacen que este típico plato italiano sea una de las opciones más socorridas del mundo. No obstante, la ingesta de pasta suele vincularse a un aumento de peso, a enfermedades cardiovasculares o a la diabetes. En este sentido, existe un truco para que la pasta sea más digestiva que los chefs, por lo general, no usarían nunca.
“Si la pasta se deja enfriar en la nevera al menos 12 horas disminuimos el índice glucémico del alimento y, por lo tanto, cuando la ingerimos se evitará un exceso de azúcar en sangre”, explica Alba Martín, del equipo de nutricionistas de Blanca García-Orea, autora de Dime que comes y te diré qué bacterias tienes. Bajo esta premisa, parece ser que los tuppers de hidratos de la oficina son la opción más sana para algunos nutricionistas.
La pasta del día anterior
Pese a que la pasta apenas tiene grasa, suele contener en torno a un 60-70 % de hidratos de carbono de absorción lenta. Conocidos también como carbohidratos, cuando estos se descomponen en el intestino elevan la cantidad de glucosa en sangre. Y como reacción a este aumento, el cuerpo libera la hormona de la insulina con el fin de bajar esos niveles.
Varios profesionales de la nutrición corroboran que, cuando se ingiere esta pasta recalentada se reduce hasta un 50 % de glucosa en sangre. “Aunque esto no significa que engorde menos”, remarca Susana Costa, nutricionista en Nutriciona Group de A Coruña. A su parecer, las calorías son las mismas, pero el alimento sacia más y “reduciremos los niveles de azúcar en sangre”. Además, este reposo también genera un mayor porcentaje de almidón resistente que tiene un efecto probiótico.
¿Qué opinan los chefs?
Alba Esteve Ruiz es una chef alicantina que conoce muy bien el mundo la pasta, el producto estrella de su restaurante. Aunque no se mete con la valoración de los expertos, sí sostiene que este truco se consideraría un sacrilegio para la gastronomía italiana. “Allí nadie en su sano juicio lo probaría”, bromea.
Según Esteve, en la región de la bota, la cocción de este alimento es uno de los pasos más importantes de la receta. No obstante, reconoce que en España no se le presta tanta atención. “Aquí entendemos la pasta como aquella comida fácil para salir del paso cuando no tenemos nada, no es una tradición como podría ser la paella”, matiza.
Los españoles hierven mal la pasta
Esteve también sostiene que los españoles hierven mal este alimento. “En el 85-95 % de los restaurantes de Italia, la pasta se sirve al dente, en cambio, en España la cocemos demasiado”, incide. Y el punto de cocción es otra de las técnicas que mejoran su composición nutricional.
Como explica Martín, “sacar la pasta antes de que cumpla su tiempo de cocción también hace que el índice glucémico del alimento sea más bajo que la muy hervida”. La textura al dente aporta al plato una consistencia más dura y resistente y esto obliga al comensal a dedicar más tiempo a masticarla y, por tanto, la sensación de saciedad que el estómago experimenta es también más intensa.