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El trucazo para congelar el marisco y que aguante fresco hasta la comida de Navidad
Una bolsa hermética y un lavado adecuado pueden ayudar a que estos preciados alimentos salgan más baratos
El marisco es uno de los productos estrella en Navidad. Es un alimento caro, así que no todo el mundo puede permitirse comprarlo fresco el día de Nochebuena o el 31 por la mañana, así que comprarlo con antelación y congelarlo puede permitir ahorrar. No obstante, no todos los mariscos se congelan igual.
Por ejemplo, los langostinos, las gambas, las cigalas, y los carabineros son los más fáciles de congelar, ya que no hay que cocerlos antes y no son muy grandes. Los bivalvos también se congelan crudos, aunque hay que lavarlos bien previamente.
Secar con papel absorbente
Tras hacerlo, conviene secarlos con papel absorbente para eliminar cualquier exceso de agua que pueda resultar perjudicial.
En cambio, hay ciertas delicatessen, como las ostras, que es mejor no meter al congelador, ya que son alimentos muy delicados y pueden estropearse. Por otra parte, los centollos y bogavantes deben comprarse vivos, y lo más aconsejable es cocerlos antes y luego meterlos al congelador.
Evitar el anisakis
Cualquier pescado que vaya a comerse crudo debe congelarse primero durante al menos cinco días para evitar que el anisakis cause problemas. Para poder congelarlo en casa, el frigorífico debe alcanzar una temperatura de -20ºC o inferior.
Un buen tip para que el sabor del marisco no pierda ni un ápice de calidad es envolver la pieza con un paño de cocina mojado en el agua de cocción y cubrirlo todo en papel film. Otra opción es optar por bolsas selladas, retirando todo el aire antes de cerrarlas. Ambas opciones evitarán que se formen cristales de hielo que puedan estropear la textura del preciado alimento.
Cómo descongelar el marisco
Por otra parte, cando vaya a consumirse, lo mejor es dejar que el marisco se descongele lentamente en el refrigerador durante varias horas o incluso toda la noche, dependiendo de su tamaño.
Descongelarlo dentro de la bolsa sumergiéndolo en agua caliente o directamente en el microondas puede afectar a su textura y a su sabor, causando verdaderos estropicios en la pieza.
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