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El sector cárnico responde al ‘plant-based': “No somos los verdugos del cambio climático"

Cada vez hay más alternativas veganas en los lineales del supermercado, no obstante, de media en España un ciudadano consume unos 50 kilos de carne al año

Núria Messeguer

El sector cárnico en la feria Alimentaria 2022 / LUIS MIGUEL AÑÓN (CG)

Aunque un “chuletón al punto es imbatible”, como dijo el presidente Pedro Sánchez, el calabizo –chorizo de calabaza–, el atún de soja o el huevo de garbanzo son algunas de las alternativas plant-based que se han colado  en la feria Alimentaria y que pronto podrían llegar a los supermercados y comercios.  El veganismo está en boga. En solo dos años, el consumo de carne vegetal ha aumentado un 48 % hasta facturar esta industria 488 millones de euros, según las cifras manejadas por Nielsen MarketTrack.

Pero el sector cárnico considera que se trata de una “moda” y saca pecho de su producto, made in Spain. “Son una tendencia más. Ni mejor, ni peor”, comenta Lluís Sallan, de la empresa Productes del Cinquè Quart, especializada  en casquería.

“No somos el verdugo del cambio climático”

“Se ha impuesto la dinámica de perseguir y criminalizar a la carne. Sólo porque ahora ser enemigo de la carne vende”, denuncia Sallan ante Consumidor Global.

A su juicio, la opinión pública ha querido buscar un culpable al efecto invernadero y el sector cárnico les ha venido como anillo al dedo. “No somos el verdugo del cambio climático, cumplimos con todos los controles de calidad europeos, puede que nuestro modelo demande mucha agua, pero que me digan lo que gasta un campo de aguacates”, asevera este empresario. Según Sallan, sobre las polémicas las macrogranjas, “existirán como en todas partes del mundo, pero lo que está claro es que la mayoría de agentes de esta industria son pequeños y medianos productores que respetan sus animales”. 

Un padre y una hija que aguanta un globo terráqueo que está rodeado de plástico / PEXELS

Cada español consume 50 kilos de carne al año

Aunque el ministro de Consumo, Alberto Garzón, apele a  reducir el consumo de carne, las cifras del sector hablan por sí solas. Según el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, en España se comen casi 50 kilos de carne por persona al año. Aunque la FAO lo eleva a 100 kilos anuales. 

Además, según la Asociación Nacional de Industrias de la Carne de España, la industria cárnica ocupa el primer lugar de toda la industria española de alimentos y bebidas, con una cifra de negocio de 31.727 millones de euros y supone el 2,55 % del PIB total español. “Los que demonizan la proteína se olvidan de la cantidad de lugares de trabajo que da”, defiende Sallan.  De hecho, este sector genera  105.396 puestos de trabajo y representa el 28,9 % de la ocupación total de la industria alimentaria española.

La carne forma parte de  la dieta mediterránea 

“Que el veganismo está de moda, que es tendencia y que tiene un peso en la sociedad actual es innegable”, se sincera Alberto Hernández, director general de Interprofesional del Porcino de Capa Blanca (Interporc). Según Hernández, en el mercado hay sitio para todos y no hay ningún motivo para crear conflicto. “El consumidor es libre de elegir, pero siempre se tiene que priorizar la salud. Es importante alejarse de las dietas filosóficas y pensar más en las bioquímicas”, considera el directivo. 

Tanto Sallan, como Hernández, defienden que la carne forma parte de la dieta mediterránea. “Y la ciencia ha alabado en múltiples ocasiones los beneficios que ésta presenta, pero que cada uno coma lo que quiera”, señalan. Sobre el debate de la escasa innovación del sector, Sallan lo tiene claro y considera que “es una industria que tiene una larga tradición a sus espaldas e innovar es más complicado, el sector plant-based lo ha tenido que hacer porque estaba obligado dada su naturaleza más artificial”.

Un plato con carne y verdura / PEXELS

La inflación llega, también, a la proteína animal

Los precios de la carne también han subido a causa de la inflación. De hecho, según datos de Mercolleida, en febrero el precio medio del kilo se situó en 1,1 euros, frente a los 1,47 euros del 31 de marzo. También el pollo subió. En la actualidad, uno de granja cuesta 1,50 euros el kilo frente a los 1,05 euros de dos meses antes, lo que supone una subida superior al 40 %.

 “El precio de la luz y del gas ha afectado muchísimo, también la guerra, ya que Ucrania era un proveedor muy importante, sobre todo para la elaboración del pienso”, concluye Hernández.