Los panaderos y panificadoras tendrán que limitar, a partir de este viernes, el contenido de sal en sus productos a una proporción que no supere los 1,31 gramos por cada 100 gramos de pan (13,1 g de sal por kilogramo de pan). Con este límite, el Gobierno pretende ajustar la ley a las actuales demandas de los consumidores.
Según la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aesan), esta medida contribuye “decisivamente a una menor ingesta de sodio”, ya que, en España, el pan dispara el consumo de sal, que es además un factor de riesgo de la hipertensión y de enfermedades cardiovasculares. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la cantidad idónea de sal diaria es menos de 5 gramos.
Norma de calidad del pan
El consumo de pan ha bajado un 50 % en los últimos veinte años. Desde 2019 tiene una nueva norma de calidad amasada para dar respuesta a los cerealistas, productores y consumidores. La normativa generó más diversidad de panes con el IVA súperreducido (4 %), ya que se amplió la definición de "pan común" para incluir productos elaborados con harinas distintas a la de trigo.
La limitación de sal se suma a otras medidas para aclarar al consumidor. Por ejemplo, desde hace dos años, sólo se puede llamar integral al pan elaborado con el 100 % de harinas con variedades integrales. En la misma línea, existen requisitos estrictos para poder denominar un pan "multicereal" o "de masa madre".