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¿Son tan saludables los purés de fruta para bebés y niños? Los expertos lo ponen en duda
Los nutricionistas avisan de que estos productos no equivalen a una pieza fresca y ofrecen algunos consejos para incorporarla a alimentación infantil
Es sábado por la mañana. Muchos niños juegan bajo la supervisión del sol invernal y de sus padres, sentados en el banco situado a pocos metros del columpio. Los más pequeños miran sonrientes desde su carrito a sus hermanos hasta que llegan los primeros rugidos que provienen de sus barrigas. Rápidamente, el padre busca el potito, primero el de verdura y luego el de fruta. A priori, parece un almuerzo sano, sin embargo, los nutricionistas ponen en duda que el puré de fruta sea recomendable.
“Un puré de fruta no equivale a una pieza de fruta fresca. Incluso si sólo contiene fruta triturada, no se pueden equiparar. La razón es que el alimento cambia con el triturado”, advierte la periodista especializada en nutrición Laura Caorsi. “Por una parte, la textura de un puré favorece comerlo más deprisa que la fruta entera. Nos saltamos el paso de la masticación, que es necesario para consumir y asimilar los alimentos poco a poco, y que nos ayuda a regular el mecanismo de saciedad. Es más fácil calmar el apetito con una manzana que con un puré de manzana”, matiza a este medio.
La alimentación infantil
Por otra parte, Caorsi señala a Consumidor Global que, al triturar la fruta, los azúcares presentes de forma natural en ella (azúcares intrínsecos) pasan a ser azúcares libres. “Estos azúcares se comportan de un modo distinto en nuestro organismo, que los absorbe con mayor rapidez. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda limitar el consumo de estos azúcares a un máximo de 25 gramos al día”, informa.
“Para incorporar la fruta a la alimentación infantil hay que ponérselo fácil a los peques. Darles a elegir las que más les gusten, pelarlas y trocearlas nosotros o darles aquellas que sean más prácticas para comer cuando están solos, como un plátano, una mandarina o unas fresas”, recomienda la experta. “También es importante que tengan un aspecto apetecible, ya que enviarlos al cole con una manzana ya pelada y troceada no es muy buena idea, pues al cabo de un rato tendrá un color parduzco. En casa, las claves son tener siempre fruta fresca disponible y a la vista”, subraya.
Educar el paladar
Uno de los objetivos al incorporar estos alimentos es que el bebé se vaya familiarizando con ellos. Que descubra y pruebe nuevos sabores, texturas, aromas, que comience a masticar, aunque todavía no tenga dientes, y, en definitiva, que vaya educando su paladar. En comparación con la fruta fresca, con el puré no apreciará el sabor real. En estos productos están mezcladas y su sabor no es igual al de una pieza de fruta porque se someten a un tratamiento térmico y, además, a veces incorporan otros ingredientes, como harinas o leche. Tampoco se familiarizará con la textura de los alimentos sólidos. Es decir, no solo es una cuestión de nutrición, sino también de educación alimentaria.
Elena Sánchez, nutricionista y técnica superior en dietética, destaca que no todos los potitos son iguales. “Siempre es preferible fruta fresca a un alimento que se ha procesado. Pero las que no tienen un alto porcentaje de fruta son muy buenas alternativas para cuando se está fuera”, reconoce. En el supermercado, tras el análisis de la nutricionista, la mayoría de estos productos contienen una proporción de fruta muy elevada, hasta el punto de que muchos están compuestos casi en exclusiva por este ingrediente.
Proporción de fruta
Es lo que ocurre, por ejemplo, con las bolsitas de Smileat, Hero Solo, Eroski y Gerber. Todas ellas con una proporción entre el 99 % y el 100 %. También destaca Hero Multifrutas con galletas, con un 93 % de frutas. En otros casos la proporción es menor porque el producto está constituido por otros ingredientes; concretamente en Nestlé manzana, plátano y avena (con un 76 % de fruta), Nestlé Party Fruits, Hero Nutriflora (con una proporción aproximada de fruta del 45 %) y Nestlé Yogolino (30 %).
Juan Revenga, dietista-nutricionista, afirma estar preocupado por la “proliferación en las manos de los niños de unos llamativos sobres-bolsa tuti-fruti y multicolori comercializados por una conocida marca de distribución 100 % fruta ¿Nos están sugiriendo que la ingesta de este tipo de productos equivale a la ingesta de una ración de fruta? Pues si es así, lo dudo. No, desde mi punto de vista; lo niego”.
No es equivalente
“Me parece inaceptable que se asocie como reemplazable el consumo de la fruta de verdad con el de un sobre-bolsa de 90 gramos a través del cual los niños (ellos especialmente) liban cual si de lepidóptero vulgar se tratase el puré de frutas procedente de concentrado con su vitamina C añadida”, señala Revenga.
Por ello, el nutricionista avisa de que “no conviene que la población general asocie como equivalentes el consumo de estos productos con el consumo de fruta, y mucho menos que esta asociación se la inculquemos a nuestros hijos”.
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