En las aguas del océano se fragua una revolución tecnológica. Con la voluntad de acabar con la pesca ilegal de atún, una empresa ha logrado que, con tan sólo escanear un código QR al comprarlo, se pueda saber cuándo fue pescado, de qué forma, en qué zona y cuáles son las condiciones laborales de los trabajadores que han intervenido al transportarlo del anzuelo a la mesa.
Balfegó, la compañía especializada en pesca, acuicultura y comercio de atún rojo, se ha convertido en la primera firma del sector en introducir la trazabilidad de su producto en el mercado mayorista, según informa en un comunicado.
Trazabilidad total
En concreto, con esta iniciativa todos los distribuidores, clientes y consumidores finales de atún rojo Balfegó pueden acceder, mediante un código QR, a información detallada sobre el atún rojo que han adquirido. Así, conocerán la fecha y zona de captura, el peso, la longitud o el nivel de grasa, y los certificados sanitarios, de calidad y de sostenibilidad medioambiental.
La compañía, que ya fue pionera en 2008 en poner en marcha este sistema para la restauración y el mercado minorista, cierra el círculo de la transparencia y se convierte en la primera empresa del sector pesquero con trazabilidad total para todo su ecosistema de distribución.
La máxima transparencia al consumidor
El director general de la empresa, Juan Serrano, ha destacado esta acción. “Para nosotros es especialmente significativo dar este paso ya que ofrecemos a nuestros clientes sumarse a la visión de Balfegó de diferenciarse y distanciarse en el mercado mediante la transparencia, la responsabilidad y la sostenibilidad, y apostar por la calidad y el conocimiento científico”, ha indicado.
Balfegó ha recordado que el atún rojo que sale de su factoría lleva incorporado, desde 2008, un sistema de gestión digital de trazabilidad cuyo objetivo es ofrecer la máxima transparencia al consumidor y luchar contra el comercio ilegal de esta especie en la cadena comercial.
La pesca del atún rojo
El atún rojo es una especie muy apreciada por su carne, pero también muy amenazada por la sobrepesca. Por eso, su captura está regulada por la Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico (Iccat), que establece un plan de recuperación para esta especie, que se encuentra en situación de sobreexplotación.
Según este plan, se asignan cuotas de captura a los países miembros, que deben distribuirlas entre los diferentes sectores pesqueros, incluyendo el de recreo.
En España
En España, el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación es el encargado de gestionar la cuota de atún rojo asignada a la pesca recreativa, que se reparte entre las comunidades autónomas del litoral. Para poder capturar o tener a bordo atún rojo, las embarcaciones deben disponer de una autorización específica expedida por la Dirección General de Ordenación Pesquera y Acuicultura, que se solicita a través de la comunidad autónoma correspondiente.
Además, se deben cumplir una serie de requisitos, como el tamaño mínimo de captura (30 kg o 115 cm), el número máximo de capturas por embarcación y día (un ejemplar), el uso obligatorio de anzuelo circular, la prohibición de desembarcar o transbordar fuera de los puertos autorizados, la obligación de someter a un control documental y de pesado cada captura, y la generación de un documento de captura o electrónico de capturas que debe acompañar al atún rojo durante toda operación comercial