Existen infinidad de tipos de refrescos, aunque la Coca-Cola y la Fanta de naranja y limón son los sabores más habituales del mercado. No obstante, la cosa va de experimentar y algunas empresas como Eneryeti se han atrevido a explorar más allá de esos sabores. Es el caso de su marca Freshyeti, con la que comercializan refrescos sin cafeína con gusto a golosinas que triunfan entre el público más joven y goloso.
Daniel Álvarez, subdirector general de la compañía, dice que lo que les diferencia del resto de marcas es haber sido capaces de ofrecer propuestas “muy novedosas” y salir de “los dos sabores clásicos” en los que está estancado el sector. Entre esos sabores destaca el pintalenguas, el último lanzamiento de la gama Freshyeti que se suma a los anteriores plátano, mora y piruleta.
Un refresco para pintarse la lengua
“Hemos querido innovar la forma de beber refrescos, no solo por sabores distintos, sino por hacerlo de forma divertida y diferente para nuestros consumidores”, cuenta Álvarez sobre la inclusión de este nuevo tipo de producto a la gama de bebidas sin cafeína de Freshyeti.
Bajo el lema “Tu golosina para beber”, el pintalenguas está inspirado en el famoso caramelo azul que ha teñido tantas lenguas durante años. Aunque se trata de un producto con claro enfoque a un público adolescente, desde Eneryeti consideran que su espectro de consumidores es “muy amplio” y no se “limitan” a los más jóvenes.
Un intenso color azul
El Freshyeti pintalenguas se vende en latas de 50 centilitros y su precio es de 1 euro. En cuanto al diseño del envase, este presenta un fondo azul decorado con pequeñas lenguas pintadas. Una forma original de avanzar qué ocurrirá cuando se beba de él.
Al verter el contenido de la la lata en un vaso se puede apreciar el intenso color de esta bebida, un azul casi radiactivo. En cuanto a su sabor, recuerda a las clásicas bebidas energéticas que se pusieron de moda hace ya varios años, del tipo Red Bull o Monster, con ese fuerte sabor dulce y muy adictivo. Por otro lado, efectivamente, la lengua queda teñida de azul con solo un par de sorbos. “Me sabe a jarabe”, describe Antonio A. al probar un sorbo directo de la lata. Para Ariadna P. el pintalenguas es “una mezcla entre un Red Bull y el licor de mora sin alcohol de los niños”. “Es como beberte una chuchería”, cuenta.
Agua con mucho azúcar y edulcorantes
En cuanto a su valor nutricional, los expertos no tienen ninguna duda. “Es sólo agua con muchos azúcares y edulcorantes”, señala a Consumidor Global Susana Rodríguez, de Nutriciona Group. Y es que la composición de este refresco se basa en una gran cantidad de azúcar (4,4 gramos por 100 mililitros) y otros edulcorantes como la sucralosa.
Rodríguez cuestiona que se añadan edulcorantes a un producto que ya contiene azúcares y critica que pueden llegar a modular la microbiota intestinal. “De beneficiosos no tienen nada, además, no ayudan a educar el paladar si estamos haciendo aún más dulce un producto que ya lo es”, apunta la especialista, sobre estos aditivos.
Un producto “nada saludable”
En definitiva y tal y como indica la nutricionista, el Freshyeti pintalenguas es un producto “nada saludable” y del que recomienda un consumo “muy ocasional” si es que a alguien le gusta mucho. Por otro lado, Rodríguez también critica el marketing que utilizan este tipo de bebidas en sus envases. “Sabiendo que es un producto nada saludable, se usan dibujos muy coloridos que atraen al público infantil. Son reclamos publicitarios que no se deberían de hacer, pero se hacen”.
Daniel Álvarez, subdirector general de Eneryeti, defiende que “a diferencia de muchas golosinas cuyo contenido en azúcar es muy alto, una de nuestras principales preocupaciones es que nuestro producto no solo sea original y tenga buen sabor sino que sea lo más saludable posible”. Y subraya que Freshyeti “tiene un 40 % menos de azúcar que un refresco tradicional, además de no contener cafeína”.