Tradicionalmente, empezó siendo una masa pequeña con ingredientes sencillos, pero ahora las podemos encontrar con combinaciones de sabores infinitas e incluso ya listas para calentar en el horno. Este plato italiano protagoniza las cenas familiares de los viernes, los encuentros con amigos y todo tipo de celebraciones. Y es que es difícil encontrar a alguien a quien no le guste la pizza. Eso sí, hay algunas mejor que otras.
No hace falta apoquinar mucho dinero para degustar una rica pizza. De hecho, la cadena de supermercados Aldi tiene una de jamón y queso que es mejor que la de Casa Tarradellas y, además, cuesta menos de dos euros.
Mejor que la de Casa Tarradellas
La pizza de Aldi, que se vende bajo la marca Mamma Mancini y tiene un precio de 1,99 euros, tiene una masa crujiente y un sabor equilibrado entre el jamón y el queso. Además, tiene una buena relación calidad-precio, ya que es más barata que la de Casa Tarradellas, que cuesta 3,19 euros.
Asimismo, la de Aldi tiene menos aditivos y conservantes que la de Casa Tarradellas, lo que la hace más saludable y natural. La de jamón y queso es una de las más vendidas de la cadena alemana, que ofrece una gran variedad de pizzas congeladas para todos los gustos.
Sabores para todos los gustos
Entre los diferentes sabores también podemos encontrar la pizza mediterránea, la pizza de cuatro quesos, la pizza de pollo y barbacoa o la pizza de verduras.
Todas ellas puedes encontrarlas en cualquiera de los más de 400 supermercados Aldi que hay en España o comprarla online en la página web de la cadena.
Elegir bien la pizza
La pizza es uno de los platos más populares y versátiles del mundo, que admite infinidad de combinaciones. Sin embargo, no todas las pizzas son iguales ni tienen la misma calidad.
Por eso, es importante elegir bien la pizza que vamos a comprar y consumir, teniendo en cuenta su precio, su sabor, su masa y sus ingredientes.
Características de la pizza
La pizza es un plato hecho con una masa plana, habitualmente circular, elaborada con harina de trigo, levadura, agua y sal (a veces aceite de oliva) que tradicionalmente se cubre con salsa de tomate y mozzarella y se hornea a temperatura alta en un horno de leña.
Se considera que su origen está en la gastronomía italiana, específicamente la napolitana, pero su consumo se extiende a casi todos los países del mundo, donde hay variantes locales que incorporan distintos ingredientes para cubrir la masa