Meterlo en un vaso de agua para ver si flota, sumar cinco días desde la fecha de caducidad… Hay muchas leyendas sobre cómo saber si un huevo está en buen estado, pero para no provocar una intoxicación, lo mejor es asegurarse y prestar atención a otras señales.
Antes de nada, es importante puntualizar que las cáscaras con fragmentos de tierra o incluso plumas no son inseguras. Tampoco representa una amenaza el color de la cáscara ni la intensidad del amarillo de la yema, cuestiones relacionadas con la gallina.
La cáscara del huevo rota sí es un problema
Asimismo, una clara turbia o con dos texturas no es ningún indicativo de un huevo en mal estado. Si, a la hora de cocerlo, la yema adquiere un color gris o verdoso, tampoco debemos preocuparnos.
Entre los signos que sí deben encender las alarmas, los expertos recomiendan tirar el huevo si ya ha caducado. Igualmente, si la cáscara está rota, aunque sea muy poco, se debe tirar, puesto que es un alimento muy frágil y expuesto a contaminarse.
Colores raros y olor intenso
En la misma línea, el huevo es un alimento inoloro, por lo que, si desprende un olor intenso, se debe tirar a la basura.
Por otra parte, si el huevo (tanto la clara como la yema) tiene colores extraños, es que no está en buen estado. Entre esos colores raros figuran el rojo (signo de contaminación por bacterias) y los matices verdes o negros. Con todo, un truco muy útil para salir de dudas es meter el huevo en un vaso de agua y ver si flota. Si lo hace, su lugar está en la basura.