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De pan con tomate a licor de arroz: los turrones más raros de esta Navidad
Estos son algunos de los dulces navideños más atípicos con los que sorprenderás en la sobremesa de estas fiestas
Renovarse o morir, así opinan los maestros turroneros que, año tras año, proponen nuevas recetas para elaborar este típico dulce de Navidad. De pan con tomate, licor de arroz, quinoa, curri de croissant, de sidra o de brócoli. Los turrones se desmarcan de los tradicionales sabores jijona o chocolate con almendras y, ahora, de la misma manera que los chefs de alta cocina, los reposteros buscan fusionar nuevos sabores y crear nuevas recetas para seducir a un consumidor cada vez más abrumado por el alud de ofertas que hay en el supermercado.
La diferenciación y lo exótico ha servido como baza para que los reporteros ganen terreno frente a las opciones de las grandes cadenas de distribución, que suelen apostar por los sabores más tradicionales que no exigen tanta elaboración. Con tantas alternativas al alcance de los consumidores, ¿cuáles son los sabores más extraños del supermercado?
Del licor de arroz al curri
Según la Real Academia Española (RAE), un turrón es un “dulce, por lo general en forma de tableta, hecho de almendras, piñones, avellanas o nueces, tostado todo y mezclado con miel y azúcar”; pero como se ha visto, muchos de los que se venden ahora tienen entre poco y nada que ver con esa definición. El curri es una de las especias más innovadoras en los turrones de esta Navidad. La casa Vicens tiene uno hecho a base de praliné, almendra y chocolate con curri, fresa y sésamo. “Esta exótica mezcla de especies con la fresa aporta un toque fresco y ácido”, subrayan desde la firma turronera.
También han sorprendido los turrones que Albert Adrià --hermano de Ferrán Adrià-- ha elaborado con casa Vicens. El pastelero ha lanzado un abanico de turrones de lo más innovadores, entre ellos destaca el de pan con aceite y sal que lleva pan tostado, aceite de oliva virgen extra y sal mezclados con trufa. Para Adrià, “este postre juega con la tradición, porque es el típico chocolate con pan, aceite y sal y la innovación de que sea en formato turrón”. Otro de los dulces más variopintos de esta temporada es el de licor de arroz, este brebaje típico del Valle del Ebro y de la Comunidad Valenciana ha pasado a convertirse en turrón de Navidad gracias a la pastelería Llima Verda. A base de chocolate blanco, nueces y la bebida espirituosa, este dulce destaca en el paladar por tener un sabor suave, con un punto salado y una textura crujiente, unos matices que el dulzón del chocolate blanco.
De pan con tomate
La casa Virginias también se ha sumado al carro de turrones singulares, hace escasos días acaparó muchos titulares por presentar una receta con pan con tomate. Este dulce está elaborado con chocolate trufado, pan con tomate, aceite verde y sal. Pertenece a la gama “sublime” de la firma que, además de este, tiene otras combinaciones de lo más surrealistas, como el de vermut de Reus con patatas tipo chips.
Acrimont Foods compró la histórica marca de turrones de Reus, declarada en concurso de acreedores en 2018, y prevé poner en marcha una nueva planta de producción en 2023. La línea “sublime” bebe de esta nueva etapa de la firma que pretende “permanecer fiel a la tradición, pero también adaptarse a los sabores del siglo XXI”, como inciden desde la empresa.
De sidra a croissant
Lluís Costa, de la Pastelería Vallflorida Chocolateros, ha ideado hasta 20 turrones nuevos, con apuestas tan atrevidas como el trufado de chocolate blanco a la sidra y manzana ácida, que tiene forma de botella y es de color verde. El chocolatero ya ha patentado 50 creaciones totalmente artesanales: de turrón trufado de cítricos con mandarina y yuzu, a mazapán de pistacho con pera, cítricos y trufado de vainilla.
En el catálogo se mantiene el turrón de croissant que sacó al mercado en 2015 y, con tal de que el cliente pueda ir probando sus sabores más osados sin temor a equivocarse, Costa empezó a vender el año pasado los turrones al corte: ya no hace falta quedarse con la tableta entera. Manzana confitada con especias o mojito forman parte de las propuestas.
Mercadona se suma a la tendencia
Y aunque son los pequeños artesanos quienes están llevando a cabo la innovación en el sector del turrón, algunas cadenas de distribución nacionales también se han apuntado a la moda de crear turrones con sabores extraños. Mercadona ha sido una de ellas y, desde el año pasado, se puede encontrar en sus lineales el turrón de chocolate blanco y sabor a limón.
Una combinación que es amada y odiada a partes iguales. De hecho, algunos lo compararon con un limpiador de suelo aroma limón y otros lo elevaron a la categoría del mejor turrón de Navidad. Sea como sea, parece que este dulce es perfecto para aquellos incomprendidos que siguen reclamando en sus sobremesas los polvorones de este sabor.
No se pueden comparar
“Tanto los ingredientes como el método de elaboración son muy diferentes, por eso nunca se podrá comparar uno artesanal y uno de supermercado”, sostiene Alina Ratiu, repostera en Llima Verda y artífice del turrón de licor de arroz.
Según esta experta, los turrones artesanales de chocolate se elaboran a partir del método del encamisado dónde “se añade cada ingrediente, uno por uno y después se envuelven en el chocolate”. Un procedimiento muy diferente al de las grandes cadenas que, según Ratiu, “trabajan en moldes y básicamente lo mezclan todo”.
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