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Otros productos en los que se ha detectado el tóxico que llevan algunos helados Häagen-Dazs
La lista de alimentos del supermercado en los que se ha descubierto la presencia del óxido de etileno es casi interminable y afecta a helados, gazpachos, barritas energéticas, panes y un largo etcétera
La retirada de los helados de Häagen-Dazs en julio por la presencia de óxido de etileno y la reciente ampliación de los productos afectados de la marca americana que contienen 2-Cloroetanol --derivado del óxido de etileno-- es sólo la punta del iceberg: ¿en qué otros productos del súper se ha detectado esta sustancia que puede ser cancerígena?
“A la que se ha empezado a analizar la presencia de óxido de etileno, se ha visto que está en cientos de productos”, expone a Consumidor Global la farmacéutica experta en seguridad alimentaria, Gemma del Caño, en referencia a este compuesto tóxico que en la Unión Europea está prohibido utilizar en la elaboración de alimentos.
La lista interminable
El problema es que en otros países, como la India o China, de donde España importa infinidad de materias primas, el óxido de etileno “sí se utiliza de forma habitual para eliminar bacterias y microorganismos”, apunta Del Caño, quien recuerda que el año pasado se retiraron del mercado europeo más de 7.000 productos que contenían este tóxico.
En los últimos tiempos, entre las marcas que se han visto obligadas a retirar productos del mercado por este motivo figuran: Decathlon (barritas energéticas), Alvalle (gazpacho Gourmet y con Remolacha), el flan de vainilla de La Fageda (aunque finalmente no se encontró óxido de etileno), 29 variedades de helados de Carrefour, más de 46 helados de Nestlé, panes, hummus, semillas de sésamo, pimienta negra…
Cómo erradicar la presencia de óxido de etileno
Las empresas productoras de la industria alimentaria “deberían hacer un análisis más exhaustivo antes de emplear ciertas materias primas”, apunta el profesor de nutrición de la Universidad de Zaragoza, Juan Revenga, quien, aun así, recalca que el hecho de que cada vez salgan más productos contaminados con óxido de etileno “no quiere decir que se hagan peor los alimentos, sino que se controla mucho más su inocuidad”.
La presencia de óxido de etileno en los alimentos que se comercializan en Europa “debería ser cero porque, aunque no haya habido demasiadas intoxicaciones, conlleva un riesgo para la salud que es necesario perseguir y erradicar”, concluye Del Caño.
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