Pese a la mala nota que le otorga el semáforo nutricional Nutriscore, es innegable que el aceite de oliva aporta numerosos beneficios para la salud.
La health coach Rocío Río de la Loza defiende el consumo de este alimento idóneo para acompañar ensaladas, guisos y tostadas con cinco argumentos de peso.
Fortalece el corazón y disminuye las células cancerígenas
Los infartos de corazón son la primera causa de muerte en muchos países, por lo que el consumo de aceite de oliva, que fortalece el corazón y ayuda, según la health coach, a que "no se endurezcan las arterias al tiempo que promueve una excelente circulación", previene, en cierto modo, las enfermedades cardiovasculares.
Al mismo tiempo, Río de la Loza explica que el oleocantal, uno de los compuestos del aceite de oliva, tiene "un poder considerable para disminuir, y en ciertos casos hasta erradicar, las células cancerosas". Este hecho es aplicable a varios tipos de cáncer, como el de piel y el de mama, pues el oleocantal también cuenta con componentes antiinflamatorios que actúan casi como un ibuprofeno.
Adiós al colesterol “malo”
Tomar un chorrito de aceite de oliva en el desayuno sirve para "dotar al organismo de colesterol bueno (HDL) y disminuir la cantidad del malo (LDL)", asevera la experta en nutrición.
Este hecho influye de forma directa en una disminución de la presión arterial.
Envejecimiento saludable y lucha contra la osteoporosis
El aceite de oliva posee efectos antioxidantes "debido a su alto contenido de ácido oleico --ácidos grasos monoinsaturados-- y a varios compuestos fenoles con poderes antioxidantes como la vitamina E y los flavonoides", apunta Río de la Loza. De este modo, al frenar la oxidación del organismo se aumenta la longevidad de las personas.
Por otro lado, el consumo de aceite de oliva dentro de la dieta mediterránea protege los huesos y los conserva por más tiempo, ya que "los hace más gruesos", asevera la health coach. Así, se combaten enfermedades óseas como la osteoporosis y se logra envejecer con una salud fuerte.