Los consumidores de café están de enhorabuena, un estudio que publica la editorial científica británica BMC Public Health concluye que el consumo de esta bebida, con o sin cafeína, molido o instantáneo, se asocia a un menor riesgo de desarrollar enfermedades hepáticas crónicas y afecciones hepáticas relacionadas.
La investigación la ha llevado a cabo las universidades de Southampton y Edimburgo (Reino Unido) y aseguran que el beneficio es mayor a partir de las tres o cuatro tazas al día.
3.600 casos
Los autores analizaron los datos a partir de 495.585 usuarios, a los que se siguieron durante una media de 10,7 años. El 78 % de los participantes consumía café molido o instantáneo, con cafeína o descafeinado, mientras que un 22 % no tomaba nada. Durante el periodo de estudio se indicaron 3.600 casos de enfermedad hepática crónica, incluidas 301 muertes.
En comparación con los no bebedores de café, los que sí lo hacían tenían un 21 % menos de posibilidades de sufrir una enfermedad hepática crónica, un 20 % menos de riesgo de esteatosis grasa y un 49 % menos de riesgo de muerte por enfermedad hepática crónica.