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Nos comemos el turrón de Chupa Chups de Torrons Vicens: una “basura” deliciosa
La colaboración entre las dos compañías de renombre en el sector de los dulces provoca sentimientos encontrados a los ya le han hincado el diente
Son los primeros años del 2000. Papá viene a la salida del cole y, de su mano, recorres las calles de camino a casa. Antes, una parada en el estanco. Mientras papá habla, te fijas en un gran bol de cristal con diversidad de sabores de Chupa Chups. Empiezas a buscar el favorito, el de fresa y nata. Al fin lo intuyes entremezclado con el de Coca-Cola, el de manzana y el que parece ser de limón. Miras a papá y sonríes con la esperanza de que en la compra también lo incluya. Papá siempre cede. Antes de salir del local, ya no tiene el envoltorio y entre los labios sujetas aquel palo blanco. Cada uno va con su palito blanco en la boca. Este es el último recuerdo de aquel gusto tan característico, pero ahora Torrons Vicens vuelve a evocar el sabor con su nuevo turrón de Chupa Chups. Sí, el de fresa y nata.
En 2022 el turrón más mediático fue el de Donuts, elaborado por Torrons Vicens, y este año la misma casa es la que acumula titulares con su turrón de Chupa Chups. La alianza con marcas que hacen recordar a nuestros paladares infantiles parece que funciona, y lo hace antes de que haya aterrizado la Navidad en la ciudad. En la mesa crece la familia, más allá del tradicional chocolate a la piedra, del turrón de yema quemada o del propio turrón de Agramunt.
El turrón de Chupa Chups
El nuevo producto es el resultado de un acuerdo de colaboración entre Torrons Vicens y Perfetti Van Melle. La marca Chupa Chups se suma así al surtido de la empresa, dando un nuevo paso en el proceso de creatividad e innovación gastronómica. La nueva variedad contiene un praliné de almendra, nata y fresa con crujiente de Chupa Chups y está recubierto con chocolate blanco. “El hecho de que en ambas empresas apostemos por la innovación, la calidad y la creatividad, ha sido clave para desarrollar un producto sorprendente y delicioso”, resalta Marta Ballesteros, responsable de Licencias del Grupo Perfetti Van Melle.
Desde la empresa turronera pretenden desestacionalizar este dulce distintivo de la época navideña para convertirlo en un postre excepcional los 365 días del año. Sin embargo, al llegar a una tienda con el fin de atraparlo e hincarle el diente, este medio observa que la mayoría de clientes son extranjeros. Lo que lleva a cuestionar si los españoles consumen turrón fuera de la temporada, si realmente se ha conseguido desestacionalizar el turrón en España. “Aún no queremos potenciar el de Chupa Chups, pero nuestro objetivo es que con estas sorprendentes combinaciones, se consuma turrón cualquier mes y no solo en diciembre”, se limita a responder Xavier Olivé, Food Branding de Torrons Vicens, a Consumidor Global.
Salir de la Navidad
“La palabra turrón evoca épocas navideñas y consumo de un producto en principio artesanal y tradicional con un público objetivo, generalmente, adulto. Desde un punto de vista de márketing, esto implica que el producto tiene varias debilidades”, señala Jordi Navarro, responsable académico de Deusto Formación. “La primera, la estacionalidad en el consumo –Navidad– y la segunda, la tradicionalidad referida a sabores clásicos y también respecto al target de consumidor, es decir, adulto. Para intentar sortear estas limitaciones, la estrategia de márketing de asociar la palabra turrón a una marca joven como Chupa Chups funciona”, subraya.
Marina Diana, experta en nutrición y docente en la universidad URL-Blanquerna, le pone nombre a esta alianza comercial: co-branding. “Chupa Chups también busca estrategias sinérgicas con otras marcas potentes como es Turrons Vicens con el fin de salvar y relanzar sus productos alimenticios. Cabe recordar que Chupa Chups arrastra desde hace años dificultades económicas y grandes pérdidas, y esta colaboración es una forma de dar visibilidad a su marca a un amplio público y en una época comercial de altas ventas, como es la Navidad”, argumenta.
Lo probamos
El precio: 10,85 euros la tableta de 300 gramos. La novedad llama y los números se esquivan. Consumidor Global sale de una tienda de Torrons Vicens. Se desenvuelve el doble plástico y ahora sí que huele al clásico olor del Chupa Chups de nata y fresa. La sonrisa se dibuja de nuevo en la cara y el recuerdo pasado fluye en la cabeza. Lo partimos con mucha facilidad y se ve que el interior es cremoso pero firme. Primer bocado y se concluye que el sabor está totalmente conseguido.
La textura blanda típica del turrón se mezcla perfectamente con el sabor del mítico del Chupa Chups. Además contiene una especie de caramelo que aporta un toque crujiente fantástico. No obstante, es tan meloso que parece que se acabe derritiendo en el paladar. A este medio le gusta, sin embargo, su precio y sus ingredientes no compensan. Cabe destacar que este turrón lleva gluten.
Información nutricional
Dejando atrás el dulce recuerdo, “un producto con esa lista infinita de ingredientes nunca va a ser bueno”. Así lo traslada Elena Sánchez, nutricionista y técnica superior en dietética, quien añade a Consumidor Global que “empezamos mal”si ya vemos que el primer ingrediente es el azúcar. “Después, por supuesto, tiene azúcar añadido, mantecas, etc. Si lo analizamos en la información nutricional aparece que tiene 42 gramos de azúcar por 100 gramos”, expone.
“Una porción de turrón tiene aproximadamente entre 25 o 50 gramos. Si tiramos por debajo, una porción de 25 gramos llevaría 10 gramos de azúcar. Como casi nunca comemos una onza, tendríamos 21 gramos de azúcar al día para un adulto, que son unos 50 gramos de turrón al día”, alerta Sánchez. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda un consumo máximo de 25 gramos al día de azúcar en total.
Los riesgos
Además, en su información nutricional, Sánchez destaca que los gramos de grasa saturada también son muy altos. “Son 20 gramos de grasa saturada. Estamos hablando de un producto que tiene bastante grasa y, además, grasa saturada que están relacionadas con el aumento de colesterol LDL, que es el colesterol malo. Esto se vincula con las enfermedades cardiovasculares o los accidentes cerebrovasculares”, avisa la experta. “El tema del azúcar es muy perjudicial, y se relaciona con el sobrepeso, con alteraciones hepáticas, con la diabetes, con la hiperlipidemia, y con algunos tipos de cáncer. Este producto es una basura, hablando mal”, resalta.
“Tiene muy mala calidad y nutricionalmente no aporta nada. El consumo en exceso de azúcares libres, que es lo que contiene este producto, se relaciona robusta y consistentemente con un elevado índice de obesidad y sobrepeso, que es la principal causa de las enfermedades cardiovasculares y estas son la primera causa de muerte en España”, también alerta Diana. “Por otro lado, estos alimentos insanos también existe evidencia científica muy contrastada y es que aumenta el riesgo de obesidad, sobrepeso, enfermedades cardiovasculares, cáncer, leucemia, linfática, diabetes tipo 2, síndrome del intestino irritable, depresión y fragilidad, entre otros. Por tanto, hay que evitar el consumo de esta tipología de productos”, finaliza la nutricionista.
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