La gastronomía también sigue modas. Ahora la carne madurada o añejada es tendencia. La maduración de la carne consiste en someter la pieza a un periodo de reposo para potenciar su terneza y sabor. Por lo general, se almacena durante 15 o 30 días, el suficiente tiempo como para que las fibras musculares de la pieza se rompan y la carne esté más suave.
No obstante, hacer esto de manera amateur no es tan fácil como parece y tiene sus riesgos. Mario Sánchez, tecnólogo de los alimentos, ha subrayado en redes los peligros de realizar este proceso en casa.
Mejor no madurar la carne en casa
Madurar la carne no significa dejarla en un rincón de la despensa hasta que pasen los 15 días. Como advierte Sánchez, se deben utilizar cámaras de maduración con condiciones de temperatura y humedad muy controladas, ya que "pueden aparecer patógenos perjudiciales para la salud".
Por ello, este experto lo tienen claro y recomienda precaución ante todo y "no jugársela". Algunas voces del mundo de la gastronomía llevan tiempo señalando los excesos de esta práctica, e incluso ponen en cuestión que la maduración implique una mejora del sabor de la carne.