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Nestlé declara la guerra a Suchard: el chocolate Jungly también es turrón (y una bomba de azúcar)

La nueva tableta sale al mercado medio euro más barata que su competencia directa y se vende como churros, pero los nutricionistas alertan de que “no es saludable”

Núria Messeguer

Así es el turrón de Nestlé Jungly / CG

Muchos pueblos se han atribuido la invención del turrón, pero lo que sí que queda claro es que su origen no se encuentra ni en Italia, ni tampoco en España. Como si de una epopeya se tratará, este dulce surgió en algún lugar cerca del Mediterráneo y en la época antes de Cristo. De hecho, los romanos y los griegos ya lo conocían, aunque su receta era a base de frutos secos con miel. El turrón llegó a nuestro país de la mano de los árabes y una de las primeras menciones escritas de este plato aparece a mediados del siglo XVI, cuando Lope de Rueda, precursor del Siglo de Oro, publica la obra de teatro La generosa paliza, una historia que gira en torno al robo de una libra de turrones de Alicante

En España, Jijona y Alicante, en general, es la zona de referencia en lo que al turrón se refiere. De hecho, fueron los alicantinos los responsables de que este dulce se consuma en Navidad, ya que en una época de bonanza económica, los comerciantes empezaron a regalarlos a los abogados, gestores y políticos de las capitales nacionales hasta perpetuar así la costumbre. Incluso, en el siglo XVI, los turrones servían como un pago en especie sustituyendo parte del salario. Mucho tiempo ha pasado desde esto, no obstante, la mayoría de empresas siguen regalando turrones en sus cestas de Navidad, aunque ahora sin excluir la paga. Y, aunque los alicantinos siguen manteniendo la fama de maestros turroneros, son muchos los reposteros que elaboran este tradicional postre que también se encuentra en los supermercados. Suchard, El Almendro, 1880, Lacasa o Vicens son algunas de las opciones que predominan en los lineales, aunque este año les ha salido un nuevo competidor: el Nestlé Jungly versión turrón. ¿Estamos ante una guerra del turrón? 

¿Cómo sabe el Nestlé Jungly?

Cuando se prueba una onza de chocolate Jungly el consumidor lo reconoce. Si hay algo que distingue a esta tableta de cualquier otra del supermercado es su textura crujiente, ese crunch que se hace notar y que supone una tregua del sabor dulce de su chocolate. El turrón, de la misma manera que el producto original, conserva la característica galleta y su crocanti, no obstante, se percibe en la boca de una forma más sutil y no tan persistente como en la tableta. Y es que el  turrón Jungly es esponjoso en su centro, como si se tratara de un Milka burbujas pero con galleta. 

Entonces, ¿cómo sabe el turrón? En esencia, la nueva propuesta de Nestlé, es una fusión entre el Suchard, el chocolate esponjoso de Milka y la propia tableta de Jungly. “Peca de dulce para mi gusto, al ser tierno es como que se repite. Aun, así es adictivo, porque cuando pruebas una, quieres más”, señala Jordi Nieto un amante de los turrones que se considera “fan del Suchard de Oreo”. Raquel M. Sabaté, otra gourmet de los dulces, considera que “la tableta original, a mi gusto, es mejor”.

Los maestros turroneros hablan 

“Para empezar, un buen turrón de chocolate tiene que tener chocolate”, apunta Alina Ratiu, pastelera en Llima verda. Y, aunque esta premisa parece de lo más evidente, como denuncia Ratiu, no siempre se cumple. “Por lo general, se utilizan muchos chocolates sucedáneos, tanto en turrones como en las monas de pascua”, explica la pastelera. Los sucedáneos, a diferencia del chocolate real, están hechos con cacao y manteca de cacao u otras grasas, como el aceite de palma o la grasa de coco

Otro de los puntos que Ratiu destaca para conseguir un buen turrón es la atemperación del chocolate. “Si el chocolate no está bien atemperado, no es crujiente, y el crunch es muy importante en uno de este tipo”. Aun así, esta experta se sincera y opina que “aunque este tipo de turrones directamente no siguen el procedimiento tradicional del encamisado, donde por capas se distribuye el chocolate y el crujiente y luego se cierra todo, los fabricantes trabajan con moldes y lo ponen allí todo directamente”.

Una pastelera que elabora algunos turrones / FREEPIK

Medio euro menos que Suchard

El  turrón Jungly ya se vende en los supermercados en tabletas de, pesa 232 gramos --unas 11 porciones-- y cuesta 2,99 euros. Es casi medio euro menos que su competencia más directa, la tableta de Suchard de 230 gramos que tiene un precio de 3,48 euros la unidad. Mientras tanto, una de Suchard, asciende a 3,48 euros la tableta y tienen una cantidad de 230 gramos. La diferencia entre uno y otro es sólo de 50 céntimos, pero considerablemente significativa si se compara con otros turrones de marcas como El Almendro -- 4,78 euros-- o 1880 --9,75 euros--. 

Con este lanzamiento, Nestlé pelea por el mercado de los turrones más económicos, lejos de marcas como El Almendro (a 4,78 euros su tableta estándar) o 1880 (9,75 euros).

El Jungly nace en Cantabria

Sin lugar a dudas, uno de los highlights de este 2021 es el retorno de la tableta Jungly. Su vuelta a los lineales del supermercado fue posible gracias a la recogida de firmas a través de la plataforma Change.org y el apoyo de influencers de la talla de Ibai Llanos. Desde Nestlé reconocen que “se ha convertido en un fenómeno en la categoría de chocolates, siendo desde su lanzamiento la tableta con mayor rotación de mercado, y convirtiéndose en una de las más vendidas alcanzando niveles similares al gran líder del mercado: Nestlé Extrafino”, corrobora Marga Mayol, Brand Manager de Bombones y Turrones de Nestlé. 

La tableta más deseada del supermercado y su versión en turrón se elaboran en el pueblo de La Penilla de Cayón, en Cantabria, una fábrica que, como señalan desde la multinacional, “está muy orientada al consumidor español”. Según explica Mayol, desde Nestlé llevan años trabajando en el mundo del turrón y, en cuanto dieron con la receta del Jungly, “no dudaron en lanzarlo”. De hecho, el turrón se vende desde principios de octubre y, según presumen desde la empresa, “ha vuelto a sobrepasar todas nuestras expectativas. Todo el mundo ha quedado muy satisfecho con este lanzamiento, y eso es lo más importante”. 

Suspenso nutricional

Como era de esperar los nutricionistas no valoran bien el Nestlé Jungly. “Es un ultra mega procesado, no es un alimento saludable, yo no recomendaría su consumo”, considera Carlos Palomo, nutricionista en la consulta Vitasane de Sevilla. 

Este experto incide en la necesidad de concienciar a los padres y a las madres de que este tipo de productos, que, “están claramente enfocados a los niños”, tiene una nula composición nutricional. “Es casi todo azúcar: de cada 100 gramos, 50 gramos lo son. Además tiene una gran cantidad de grasas saturadas y de aceite de palma”, alerta Palomo. “No hace falta prohibirlo, pero se debería reservar este tipo de dulces solo para ocasiones especiales y muy, muy esporádicas”, concluye Palomo.