El pan duro del día anterior tiene infinitas posibilidades: puede rallarse y servir para empanar unos filetes, utilizarlo como picatostes en la ensalada o, en Semana Santa, animarse con las torrijas. Ahora, Mercadona añade varias alternativas a la lista de recetas con las que aprovechar las sobras. Por ejemplo, si han quedado sin consumirse unas rebanadas de pan de pueblo, una opción sencilla es cocinar un pastel salado.
Los ingredientes necesarios para cocinarlo son el propio pan (200 gramos de una barra), leche, huevos, jamón cocido, queso emmental (unos 150 gramos), aceite, sal y pimienta. En primer lugar, se corta el pan en trozos y se añaden la leche y dos huevos batidos. Después de que empape se agrega el queso cortado en cubos de unos 3 centímetros y el jamón, también partido. Se remueve bien, se coloca en un bol redondo y se mete al horno durante unos 35 minutos junto al resto de ingredientes. El resultado es similar a la quiche.
Empanadillas con pan de molde
También es posible aprovechar el pan de molde cuando ya está demasiado blando. En este caso, Mercadona apuesta por preparar unas empanadillas donde las rebanadas de pan de molde ejercen el papel de masa. Solo hay que cortar los bordes y amasar con suavidad la rebanada. El relleno a colocar es muy sencillo: una mezcla de atún en conserva, tomate frito y un par de huevos cocidos picados valdrían, aunque también es posible sumar pimiento rojo.
Una vez añadido el relleno, solo hay que plegar la empanadilla formando un triángulo, sellar los bordes con un tenedor y pintarla ligeramente un poco de huevo batido por encima. Diez minutos al horno a 180 grados y estarán listas.
Pudin o dulce
Si lo que se busca es cerrar la comida con un dulce, las sobras del pan también pueden servir para preparar un pudin, aunque esta tercera receta es un poco más complicada. Primero hay que precalentar el horno, y mientras se corta el pan en trocitos. A continuación, se calienta en un cazo un chorreón de leche con azúcar, canela y corteza de limón. Con el primer hervor se retira el cazo del fuego y se quitan tanto la canela como la corteza.
Después se añade la leche, se espera unos minutos para que baje la temperatura y a continuación se tritura el pan remojado, se añaden los huevos y se vuelve a triturar. El paso final consiste en verter la mezcla en un molde con caramelo y hornear a baño María durante 40-45 minutos a 180 ºC.