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Estas son las tres mejores patatas bravas del mundo (y todas están en España)

La III edición del Concurso Internacional de Elaboración de Patatas Bravas elige tres recetas de restaurantes españoles como las mejores del planeta

Consumidor Global

Unas patatas bravas / FLICKR

Palencia ha acogido el Concurso Internacional de Elaboración de Patatas Bravas (III edición) y ha premiado, entre 22 concursantes, las tres mejores recetas del mundo.

Patatas bravas en un concurso / EP

Las ‘Bravas de la abuela’, elaboradas por el cocinero Isaac Montoya, del restaurante Paquita Mariví de Burgos, ha sido galardonadas como las mejores bravas del mundo. Están hechas con patata confitada y frita acompañada de torreznos y piparras, y tienen un punto picante.

Las segundas mejores bravas del mundo

Philip Alinsunurin, de Le Qualité Madrid, es el segundo clasificado por sus bravas con salsa maragata elaborada con pimentón ahumado de Vallelongo y velo de papada ibérica de bellota e Ibéricos Fisán.

Los participantes del concurso internacional de bravas / CEDIDA

“Unas bravas elegantes, la patata y la salsa están muy bien amalgamadas”, ha coincido el jurado.

Completan el podio

Las ‘Bravas Martina 3.0’, elaboradas por Javier García Albuger, del restaurante Martina de Albacete, son las terceras mejores del mundo. 

El jurado ha valorado la técnica y la combinación de ingredientes que genera una explosión de sabores. Unas bravas emplatadas en un pimiento original.  

Las más innovadoras

Las ‘Txingurri Bravo’ son las patatas bravas más innovadoras. Se trata de una falsa patata rellena de un puré cremoso de patata con una salsa brava ahumada y un alioli de ajos asados.

Una creación del cocinero Mitxel Suárez, del Asador Borda Berri, ubicado en Hueto Arriba (Álava).

Las más apetecibles

‘Brarvol, el árbol de las bravas’, del cocinero Pablo Hernández, del restaurante Juan Luna, en Ávila, ha ganado la Mención Especial del Jurado y el premio a la estética.

Se trata de unas patatas acompañadas con una salsa brava de tomate y alioli de kimchi, situadas en la parte delantera del árbol, para que el cliente, cuando coja su guindilla, la pase por encima de las salsas. Una propuesta picante, original y sabrosa.