Con una movilidad restringida y una vida social casi nula, el resultado fue pasar más tiempo en casa y un fuerte aumento del consumo en el hogar. De hecho, la compra de productos de gran consumo creció a finales de 2020 el 13,6% respecto al mismo período del año anterior.
Sin embargo, las diferentes medidas tomadas por las comunidades autónomas para evitar un avance de la pandemia han modificado los hábitos de los consumidores. Por ello, este aumento no es homogéneo y se han experimentado importantes variaciones en el precio del carro de la compra según el lugar en el que se vive.
Diferencias entre el norte y el sur de España
Las comunidades del norte han experimentado un mayor aumento del gasto en el hogar. Y, mientras la media nacional se sitúa en 100,7 euros a la semana, en el País Vasco (120,1 euros), Cataluña (107,6 euros) y Galicia (105,1 euros) se gasta más, según datos facilitados por Kantar a Consumidor Global.
Otras regiones, por el contrario, se han mantenido con un gasto medio por debajo de los 100 euros semanales, como Castilla y León (99,7 euros), Andalucía (99,6 euros), la Comunidad de Madrid (97,9 euros) y la Comunidad Valenciana (91,7 euros). Así, la compra mensual entre unas y otras autonomías ha variado enormemente. Por ejemplo, un habitante del País Vasco gastó de media 480,4 euros en octubre de 2020, mientras que un valenciano pagó 366,8 euros, es decir, 113,6 euros menos. Las restricciones también han tenido un impacto importante. Entre Cataluña, donde los bares estuvieron cerrados durante semanas a finales de 2020, y la Comunidad de Madrid, donde se mantuvieron abiertos, la diferencia en la compra para el hogar fue de 38,8 euros al mes.
Productos ‘premium’ en casa
“La pandemia le ha dado un nuevo valor al consumo en los hogares” explica a Consumidor Global Juan Carlos Gázquez, profesor de Economía y Empresa de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC). Sólo en noviembre de 2020, las familias españolas compraron unos 2.540 millones de kilos de alimentos, casi 200 millones más que el mismo mes de 2019, según los datos más recientes del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.
Además, la limitación en el ocio y los viajes ha hecho que se aumente el ahorro de los consumidores que han seguido en activo y se dieran más caprichos en la seguridad de su hogar. De hecho, el gasto en mariscos, alcohol, jamón ibérico, dulces o productos delicatessen para comer en casa se ha incrementado. “El consumo en el hogar intenta compensar de alguna forma lo que no podemos hacer fuera”, matiza Gázquez.
Los productos más demandados
Mientras, el profesor del departamento de Márketing de Esade Alexis Mavrommatis también ve “lógico” que, si no se gasta tanto fuera, se aumente el gasto dentro del hogar. Esto tiene que ver, también, con el teletrabajo, pues al estar más tiempo en casa, “tenemos la nevera a mano, por lo que se consume y se come más”. Sin embargo, tal y como recuerda este experto, los precios de ciertos productos también han aumentado.
¿Pero con qué llenamos el carro de la compra? El coronavirus ha afectado al bolsillo de muchas familias, que se han visto obligadas a ajustar sus gastos, por ello, una de las tendencias que se han experimentado es el auge de las marcas blancas, que aúnan calidad a un precio más reducido que las de fabricante. De hecho, su cuota ha crecido hasta el 45,4 %, según la consultora IRI. Aunque los productos de parafarmacia y las lejías son los claros ganadores en el sector del gran consumo, con un crecimiento del 137 % y el 38 %, respectivamente. En el otro lado de la balanza, los productos solares y la cosmética decorativa han salido perdiendo en estos tiempos de pandemia.