Los dedos naranjas y el olor a queso que impregnaba toda la habitación nada más abrir la bolsa. Eso era Cheetos. Ahora se pueden comer incluso a cucharadas en un bol. La marca propiedad de Frito-Lay, subsidiaria de PepsiCo, tiene una línea de macarrones con queso de fácil preparación que, sin embargo, no ha conseguido conquistar al paladar español. Y con razón.
En 2020, Cheetos decidió incursionar en otro tipo de producto, el del mac & cheese al estilo más estadounidense, disponible en tres sabores: Flamin’ Hot, Cheddar Jalapeño, y Bold & Cheesy. De este último, se puede conseguir un pack de tres unidades por 15,95 euros en Amazon, pues esta nueva invención no se comercializa en ningún establecimiento en España.
Es “una porquería”
Los más atrevidos han conseguido que los macarrones con queso de Cheetos traspasen la frontera, pero la sentencia es común y no convencen. “Cenamos una cosa gringuísima: mac & cheese de Cheetos sabor jalapeño. Sabían bien pero se entiende la obesidad por este tipo de productos que son ricos pero son una porquería nutricionalmente hablando”, reconoce Fernando Prado.
“Tienen macarrones de la marca Cheetos con queso. Es un asco”, arremete Sonia García. Por otro lado, Patricia C. confiesa que tras probarlos su “yo de 15 años” estaría muy feliz, pero su “yo de 30 años” los está odiando. José Luis Soriano, por su parte, señala que le dio por mirar los ingredientes y zanja que “esto puede llegar a tumbar a todo un ejército”.
Información nutricional
Para la doctora en ciencia y tecnología de los alimentos Beatriz Robles, este producto es como un ultraprocesado al cuadrado, es decir, ultraprocesado hecho de otros ultraprocesados. “El único sentido de estas mezclas súper locas es llevar al mercado alimentos como si fueran innovadores. Pero nutricionalmente no podemos decir que sean peores que sus homólogos, son exactamente iguales”, puntualiza la nutricionista.
“Están hechos básicamente de los mismos ingredientes, tienen las mismas características organolépticas con sabores intensos que nos hace comer más, que no da señales de saciedad y que activa nuestros circuitos de recompensa. O sea, tienen todo lo malo de los ultraprocesados”, recalca Robles a Consumidor Global. “Son alimentos disruptivos que buscan llamar la atención, que nutricionalmente no podemos establecer una escala de mejores o peores, sino que son todos ellos alimentos a evitar y cuanto menos mejor”, concluye la experta.
La postura de Cheetos
“Son intensos, cremosos y repletos del sabor de Cheetos. Además, también se pueden conseguir en un tazón individual para el microondas”, exponen desde la marca, que aseguran que no se vende en ningún establecimiento en todo el territorio español. Tan solo están disponibles de manera online en diferentes plataformas como Amazon o a través de la página web de Cheetos.
Los Cheetos fueron inventados en 1948 por el fundador de Fritos, Charles Elmer Doolin, en Dallas (Texas). Los originales, los Cheetos Crunchy, no se comercializaron en España. Después de este único producto se crearon Cheetos Puffs en 1971, que tampoco se vendieron en el país. Esta novedad sigue por el mismo camino. Y es que, a veces, la gastronomía estadounidense no llega a interesar fuera de ese país y muchos son los que esquivan estos productos tan poco saludables.